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Colmar y Riquewihr


Publicado
22/01/2018



 Hoy nos levantamos temprano porque teníamos que aprovechar bastante el día. A eso de las 8h estábamos preparados y buscando un sitio para desayunar. El lugar elegido fue una una cafetería/cervecería justo en la plaza de la Colegiata Saint Martín llamado L’Amandine.
  Por 7,50€ nos pusieron el desayuno que veis en la foto, todo buenísimo.


Después de tal festín, ya estábamos preparados para andurrear por Colmar, pero esta vez a la luz del día.
  Hoy se notaba mucha menos gente que el día anterior, sería porque ya estaban retirando los mercadillos navideños. En el siguiente enlace podéis ver qué no os podéis perder en vuestra visita a Colmar>, ya que merece un apartado completo.


Riquewihr
 Cuando salíamos ya de Colmar hacia Riquewihr, en una de las rotondas, nos encontramos una réplica de la Estatua de la libertad como homenaje al artista Auguste Bartholdi que fue su creador y que era natural de Colmar.
  De Colmar a Riquewihr hay apenas 16 kilómetros, así que en unos 25 minutos ya teníamos nuestro coche aparcado al lado de unos viñedos, una bonita estampa que llevábamos viendo todo el viaje.


Hay varios parking de pago (2€ por 2h) donde podéis dejar el coche, o si seguís y pasáis un poco la entrada del pueblo, hay unas calles donde podéis aparcar gratuitamente si encontráis un sitio.
  En cuanto entras a Riquewihr te transportas a otra época, a pesar de que ya llevábamos varios pueblos alsacianos, seguíamos impresionándonos, y es que cada uno tiene un encanto especial, y Riquewihr no iba a ser menos.
  Al entrar, a mano izquierda os vais a encontrar, como en la mayoría de los pueblos que ya hemos visitado, un mapa gigante con el recorrido recomendado por la oficina de turismo.



Este recorrido consiste en subir por su calle principal, y bajar por la paralela. Por lo que veis es un pueblo pequeñito, pero muy muy vistoso.


La calle principal nos encantó, llena de tiendas, pastelerías con vitrinas llenas de Macarons, vino caliente y las coloridas casas llenas de adornos navideños. Había mucho ambiente, y junto con Colmar, ha sido el sitio donde más turistas hemos encontrado.
  Al subir la calle principal, a mano derecha nos encontramos un mercado navideño interior donde vendían productos alsacianos y una zona habilitada con una carpa donde podías probar platos alsacianos, así que lo apuntamos para la vuelta parar a comer allí.
  Seguimos subiendo y nos encontramos uno de los edificios más bellos de Riquewihr, la casa Zimmer con una bonita fachada de color azul añil.

A pocos pasos se encuentra la famosa tienda de Navidad Kathe Wohlfahrt, ubicada en la Mison Rue du Cerf, una increíble tienda de dos plantas, maravillosamente adornada y donde puedes encontrar todo lo que imagines en adornos navideños. Dejad sitio en la maleta que seguro que algo cae!..jaja



Al final, la calle termina en el famoso Dolder, una torre de unos 25 metros de altura cuya campaña data de 1842.



Después de la subida llega la bajada por la calle paralela, tal y como indica el mapa, esta calle es menos vistosa y mucho menos transitada que la anterior, pero también tiene su encanto. Al final del paseo nos fuimos nuevamente al mercado navideño donde pensábamos comer y donde volví a probar la Tarte Flambees que tanto me había gustado. Tras el almuerzo hicimos algunas compras de dulces típicos para el camino y nos dirigimos al coche para irnos ya de Alsacia, con todo el pesar de nuestro corazón, dirección a Basilea donde pasaríamos la noche de fin de año.




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