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Qué ver en Arcos de la Frontera, uno de los Pueblos más Bonitos de Cádiz

Publicado
30/04/2022
 Hoy nos dirigimos hasta la provincia de Cádiz para visitar uno de los pueblos con más encanto de Andalucía. Se trata de Arcos de la Frontera, un pueblo encantador que bien merece una visita, además de ser muy buena opción para usarlo como puerta de entrada para realizar la famosa Ruta de los Pueblos Blancos.

 Aunque Arcos de la Frontera es muy cómodo de recorrer en un solo día, también es un destino ideal para disfrutar todo un fin de semana para descubrir sus alrededores, probar su gastronomía o simplemente mezclarse con sus habitantes.

 En nuestro recorrido a nuestro aire vamos a disfrutar de estrechas y empinadas calles donde se respira la cultura musulmana que invade su casco antiguo, zona que ha sido declarada Conjunto Histórico debido a los monumentos que aquí se conservan. Pero si queréis saber más sobre la historia del lugar, también tenéis la opción de hacer una visita guiada que os proponemos en el siguiente enlace.

 Para aparcar no tuvimos problema. Dejamos el coche en la llamada Calle Corredera. A partir de aquí comenzamos nuestro recorrido a pie por uno de los pueblos más bonitos de Cádiz.

Calle Corredera
 Subiendo por esta calle nos encontramos un precioso monumento dedicado a la Semana Santa, fiestas que tienen una gran importancia aquí en Arcos de la Frontera, siendo incluso declaradas de Interés Turístico Nacional.
 Más arriba, seguimos subiendo por la Calle Corredera y nos llama la atención la fachada de una iglesia, la de San Juan de Dios, donde se puede ver un mosaico de la imagen de la Vera Cruz. Según hemos leído, en su interior se guarda una de las tallas más famosas de la Semana Santa de la localidad que es el Cristo de la Vera Cruz.

Cuesta de Belén
 Al terminar la Calle Corredera empieza La Cuesta de Belén, como su nombre indica, una calle empinada que nos va a llevar directamente al centro histórico. En esta calle existió una de las tres puertas de acceso a la ciudad de la época musulmana y es donde nos encontramos la oficina de turismo.
 La Cuesta de Belén tiene un aire totalmente andaluz, con sus casas blancas color cal y las macetas en las fachadas que le dan tanta alegría.
 Justo frente a la oficina de turismo se encuentra el restaurante Aljibe, un restaurante andalusí donde vamos a reservar para comer cuando acabemos de recorrer el centro histórico de Arcos de la Frontera.
 En nuestro recorrido por esta calle vemos algunas casas-palacios como la del Conde del Águila, una casa solariega de estilo gótico-mudéjar que data del siglo XV.
 Y vemos que esta calle tiene que ser un lugar bastante animado en Arcos de la Frontera, ya que los distintos bares y restaurantes se están preparando para la hora de la comida.

Basílica de Santa María de la Asunción
 Y llegamos a una de las joyas más preciadas que posee Arcos de la Frontera, la Basílica de Santa María de la Asunción, declarada monumento nacional en 1993.
 Esta iglesia se cimentó sobre una antigua mezquita allá por el siglo XIII, pero ha estado en construcción durante seis siglos, de ahí a que tenga tanta mezcla de estilos (gótico, plateresco y barroco)..
 La portada es toda una maravilla, se encuentra llena de simbología, donde se puede apreciar el estilo gótico y plateresco. En un lateral destaca una torre que no sigue la misma línea, y es que tuvo que ser reconstruida tras el gran terremoto de Lisboa en 1755.
 El interior también es una maravilla, destacando el retablo mayor, el coro y el órgano y la capilla de las Nieves.
 Los domingos para visitarla hay que evitar las misas. Este día el horario turístico es de 9:30 a 11:00 y de 12:00 a 12:30. Y el precio no sabría decir, ya que pasamos a las 12:00h junto con un grupo que estaba esperando en la puerta y nos cobraron 1€, si embrago, después de un tiempo volvimos a pasar por la entrada y ya no había nadie cobrando, incluso volvimos a acceder a verla de nuevo, pero esta vez de forma gratuita.

Bollos de Arcos de la Frontera
 Justo a la izquierda de las escalinatas que nos ha llevado hasta la Basílica de Santa María de la Asunción nos encontramos un local llamado La Casa del Dulce. Ya solo con el nombre nos han entrado muchísimas ganas de entrar, y por lo que vemos en su escaparate, aquí se venden los típicos bollos de Arcos de la Frontera.
 Estos dulces también son conocidos como bollos de Semana Santa, ya que son típicos de la época de Cuaresma, pero según nos dice el chico de la tienda, ya los hacen durante todo el año. Me alegro mucho de esa decisión ya que son una delicia.

Callejón de las Monjas
 En el costado izquierdo de la Basílica de Santa María de la Asunción se encuentra uno de los rincones más pintorescos de Arcos de la Frontera, el llamado Callejón de las Monjas.
 Se trata de un estrecho callejón con tres arcos de piedra de lo más coqueto y fotogénico. Algunos habitantes de Arcos cuentan que en este callejón hay veces que se escuchan cosas extrañas, como el ruido de coches de caballos o niños corriendo....¿no os parece misterioso?

 Lo que menos me gusta de este callejón es que, aunque es estrecho, está abierto al tránsito de vehículos, y los domingos suele ser complicado poderlo apreciar por el ir y venir de coches que aquí se da.

Plaza del Cabildo
 En pocos pasos llegamos a la zona más alta del pueblo donde se localiza la Plaza de Cabildo, la plaza principal de Arcos de la Frontera. Aquí es donde se encuentran edificios tan importantes como son el ayuntamiento, la gran torre de la Basílica de Santa María de la Asunción y el Parador.
 Esta plaza es una preciosidad, la pena es que es usada como parking y hoy domingo está llena de coches aparcados, lo que no nos deja disfrutarla como nos gustaría.
 Desde la plaza del Cabildo se tienen unas bonitas vistas del castillo que sobresale por detrás de los edificios. Este castillo es propiedad privada y solo es visitable ciertos días al año.
 En uno de los extremos de la Plaza del Cabildo disfrutamos de un extenso mirador desde donde se puede observar el valle medio del Guadalete, la Sierra de Dos Hermanas y la Sierra de la Sal.

Convento de las Mercedarias Descalzas
 Se trata del único convento de clausura que queda hoy en día aquí en Arcos de la Frontera. Lo que nos ha traído hasta aquí son sus dulces, elaborados de forma artesanal por las monjas. Pastas, roscos, pestiños y, como no, los bollos típicos de Arcos, son algunas de las delicias que encontramos en este convento. Difícil resistirse.

Calles de Arcos
 El andar por las calles de Arcos es toda una maravilla. En todos los rincones se respira aire andaluz gracias a sus callejuelas estrechas, sus casas blancas y las macetas que adornan sus fachadas.
 Cada vez que vemos una calle que nos gusta, allá que nos metemos para recorrerla, y es que perderse por ellas es todo un placer.

Iglesia de San Pedro
 Esta iglesia se asienta sobre los restos de una fortaleza hispanomusulmana, que durante el siglo XIV llegó a ser una colegiata.
 La pena es que no podemos visitar su interior porque la encontramos cerrada, y no vemos por ningún lado los horarios en la que está abierta al público.

Palacio del Mayorazgo
 Este edificio del siglo XVII hoy día alberga la Delegación Municipal de Cultura. En su interior podemos disfrutar de varias salas donde hay exposiciones temporales o permanentes, como la dedicada a los escritores y poetas, o la dedicada al recuerdo, donde vemos fotos y objetos antiguos. También llama la atención sus patios rodeados de columnas
 En la parte más baja y trasera del edificio se encuentra el Jardín Andalusí, una zona ajardinada ideal para relajarse y con unas vistas preciosas. Antiguamente en esta zona era donde se ubicaban las caballerizas. La entrada es gratuita.

Mirador de Abades
 Ahora nos dirigimos a otro de los miradores que no hay que perderse aquí en Arcos de la Frontera, se trata del Mirador de Abades. Cuando estamos a pocos pasos de disfrutar de unas espectaculares vistas, nos recibe un arco con la frase que hemos visto ya en varios pueblos de Cádiz, "Bésame en este Arco".
 Este mirador lo disfrutamos totalmente en solitario, sentados en un banco, y disfrutando del curso del río Guadalete y los alrededores.

Mirador Peña Vieja
 Para mí, unas de las vistas más impresionantes del río Guadalete y de la población de Arcos se tienen desde el Mirador Peña Vieja. Vale la pena llegar hasta la parte baja del pueblo para ver el enclave donde se encuentra ubicado el pueblo.

Restaurante el Aljibe
 Es hora de comer y volvemos a subir las empinadas y serpenteantes calles de Arcos para dirigirnos a restaurante donde hicimos esta mañana a primera hora nuestra reserva. Se trata del restaurante el Aljibe, un local precioso y de lo más cuidado donde vamos a disfrutar de una estupenda comida Andalusí.
 Algunos de los platos que probamos como el cuscús con pollo, la pastela, el trajine de cordero o el faláfel, todo riquísimo en un ambiente espectacular.

Café en el Parador
 ¿Te acuerdas que en la Plaza del Cabildo te comentamos que se encuentra el Parador de Arcos?, pues le hemos echado el ojo para tomarnos un café, ya que según nos han dicho, tiene una terraza que merece mucho la pena.
 Y la verdad es que os podemos decir que sí, la terraza es todo un espectáculo ya que las vistas son impresionantes. El tomarte un café tranquilamente disfrutando de este entorno no tiene precio.

Mirador de los Cabezuelos
 Una vez que nos terminamos el café en el Parador nos dirigimos al coche para ir al último mirador del día, el Mirador de los Cabezuelos, más a las afueras de Arcos, y desde donde vamos a ver la población desde la distancia.
 Desde aquí se tiene una bonita perspectiva de todo el pueblo. Una imagen de postal donde hacer una y mil fotografías. Con esta imagen acabamos nuestro recorrido por Arcos de la Frontera, un pueblo encantador que ha hecho que nos enamoremos al instante.


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