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Qué ver en Vernazza, uno de los pueblos más bonitos de Cinque Terre

Publicado
1/06/2022
 Después de visitar Monterosso, pueblo que no tiene la fotografía típica que esperábamos encontrar aquí en Cinque Terre, pero con unas vistas y un color de mar que nos ha encantado, tomamos nuevamente el tren con destino a Vernazza, el que se va a convertir en uno de nuestros pueblos preferidos de Cinque Terre.

 En cuanto llegamos a la estación de trenes ya vemos que en Vernazza sí que vamos a ver esas casas de colores que son tan características de Cinque Terre, y que es la razón de que muchos viajemos a este destino.
 Vernazza es un típico pueblo pesquero situado sobre un acantilado que termina en el mar, que se ha convertido en todo un imprescindible para los viajeros que quieren conocer los lugares imperdibles de Cinque Terre.

 Ahora nos toca recorrer este bonito pueblo y visitar los miradores desde donde se tienen las mejores vistas de Vernazza, esas vistas que enamoran a todos.

Vía Roma
 Lo primero que hacemos es recorrer una de las principales calles de Vernazza, Vía Roma, que nos lleva desde la estación, paseando por bonitas fachadas de diferentes colores, a adentrarnos en el centro neurálgico de este bonito pueblo.
 No sabemos si es por la hora, ya casi las 12 del medio día, o porque es uno de los pueblos imprescindibles que visitar en Cinque Terre, pero aquí ya se nota más turismo, aunque tampoco nada que no se pueda manejar fácilmente.

 Es en Vía Roma donde vamos a probar los famosos gelatos italianos y los granizados de limón en una de las heladerías más populares de este pueblo, Gelateria Vernazza. Y es que Cinque Terre es una importante zona de cultivo del limón, que se ha convertido en todo un símbolo de esta zona. Veremos muchas tiendas que venden una gran variedad de productos realizados a base de este cítrico.

Castillo de los Doria
 Bajamos por Vía Roma dirección al puerto hasta que nos encontramos a mano izquierda una farmacia, justo donde tomamos una calle que nos va a subir hasta el Castillo de los Doria. El recorrido, aunque es cuesta arriba, se disfruta muchísimo ya que consiste en un entresijo de calles serpenteantes y de lo más pintorescas donde vamos a ver el verdadero corazón de Vernazza.

 Hay un momento en el que el camino se bifurca, hacia la izquierda donde nos lleva al sendero que va hacia Cornilia, el siguiente pueblo de la Cinque Terre hacia el sur (como os comentamos en la organización del viaje a Cinque Terre, los cinco pueblos están conectados mediante senderos pudiéndose llegar de uno a otro a pie), y el de la derecha que nos va a llevar hasta el Castillo de los Doria.
 Menos mal que llevamos calzado cómodo porque las cuestas que nos encontramos a veces son bastante empinadas, incluso tendremos que subir algún que otro escalón. Pero los rincones que vemos a nuestro paso son preciosos, incluso de lo más románticos.
 Así llegamos hasta las puertas de lo que queda del antiguo castillo, donde vemos una pequeña taquilla donde hay que abonar la entrada. Precio 2€

 El castillo se ubica en la parte sur de Vernazza y se encuentra prácticamente en ruinas. La visita se limita a pasear por una base cuadrada dominada por una gran torre cilíndrica de vigilancia, conocida como Belforte, construida para poder defender al pueblo de los piratas.
 Desde aquí se ve parte del pueblo y de las montañas que lo rodean, y si te fijas bien, Monterosso al fondo. Tenemos que decir que las vistas son bonitas, pero quizás no tanto como de otros miradores que hay en Vernazza, y a los que además vamos a poder acceder de forma gratuita. Por lo que si se viaja con poco tiempo, quizás sería, bajo mi punto de vista, prescindible.

Primer mirador
 Volvemos sobre nuestros pasos, esta vez bajando por las calles y escalones que antes habíamos subido, hasta llegar nuevamente a la bifurcación de la que os hablamos anteriormente, pero esta vez, iremos dirección a Corniglia.
 Este camino nos va a llevar otra vez a subir cuestas donde nos vamos a encontrar con varios grupos de turistas que van buscando como nosotros las mejores vistas de Vernazza. En unos 10 min estamos contemplando el mar de azul intenso, los tejados de las coloridas casas del pueblo que terminan con la torre Belforte al fondo, y las colinas de fondo. Parece una postal.

Comer en Vernazza
 Después de subir tanta cuesta nos toca reponer fuerzas. Hemos visto que aquí en Vernazza es bastante usual comprar comida para llevar y sentarte en algún lugar del pueblo a comerla disfrutando del entorno, y ese nos ha parecido un buen plan. Así que nos vamos nuevamente a la calle principal que desemboca en el puerto, donde encontramos un local de pescado donde te venden cartuchos de pescado frito por 10€ el pequeño y 14€ el grande.
 Que además acompañamos con un par de focaccias (4€), una especie de pan plano con algunos ingredientes y especias por encima, que compramos en un local que vimos a pocos pasos. Hay una gran variedad de focaccias, pero nos decidimos por las de pesto y fue todo un acierto.

Puerto pesquero
 Ya con nuestros cartuchos de pescado y nuestras focaccias calentitas nos vamos hasta el puerto pesquero de Vernazza a buscar un lugar a la sombra donde poder comer disfrutando de las preciosas vistas que desde aquí se tienen del pueblo, y es que en este punto se tiene una panorámica inmejorable.
 Este pequeño puerto se encuentra lo más animado de turistas como nosotros que van buscando sentarse un rato a descansar y disfrutar de bonitas vistas, y de pequeñas embarcaciones que vienen hasta aquí para disfrutar de Vernazza.
 Desde el puerto pesquero vamos a aprovechar para hacer fotos ya que es uno de los puntos más fotogénicos de Vernazza, para nosotros uno de los rincones favoritos del pueblo.

Iglesia de Santa Margarita de Antioquia
 Situada en una coqueta plaza rodeada de antiguas casas, bares y restaurantes, y junto al puerto pesquero, se encuentra la iglesia principal de Vernazza, la llamada Santa Margarita de Antioquia. Como la vimos abierta, aprovechamos para visitar su interior (entrada gratuita).
 Construida alrededor del 1318 sobre un promontorio rocoso, llama la atención por su campanario de forma octogonal que es visible desde varios puntos de Vernazza.
 El interior es muy sencillo y bastante oscuro. Formado por grandes muros de piedra que dan la sensación de estar en el interior de un castillo de la época medieval.

Segundo mirador
 Volvemos a la vía principal buscando la calle que nos da acceso al sendero que va hacia Monterosso, ya que este camino nos va a llevar a uno de los miradores más famosos e instagrameables de Vernazza. Subiendo la calle principal dirección a la estación de tren nos encontramos a la izquierda la indicación.
 Volvemos a introducirnos en un laberinto de calles estrechas de las que a mí me encantan, con ropa tendida en los balcones tan típico de esta zona italiana, donde vamos subiendo poco a poco para tener una perspectiva de Vernazza desde las alturas.
 Una vez que dejamos las calles del pueblo nos encontramos una caseta donde nos van a solicitar la Cinque Terre Card, tarjeta necesaria para acceder a este sendero. (Información en la organización del viaje). Desde aquí hay que ascender unos 100 m por un sendero empinado de terreno irregular, pero que no se hace nada duro porque vamos maravillados con las vistas que desde aquí tenemos.
 Así llegamos al punto desde donde se obtiene la típica foto que todo el mundo que viaja a Vernazza quiere tener en su álbum.
 Con esta imagen, para mí la mejor de todas, damos por terminada nuestra visita a Vernazza, un pueblo pesquero con una ubicación increíble que nos ha enamorado. Son las 16 h y nos toca cambiar de pueblo. Nos dirigimos a Corniglia, el tercer pueblo que veremos aquí en Cinque Terre.



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