Publicado
9/06/2022
9/06/2022
Después de visitar Monterosso y Vernazza, dos de los cinco pueblos que forman Cinque, nos toca tomar nuevamente el tren para dirigirnos hacia Corniglia, el tercer pueblo de nuestra ruta y el que se ubica más alto de la Cique Terre.
Corniglia se encuentra en lo alto de un promontorio, a unos 100 m de altura sobre el nivel del mar, por lo que en él no vamos a encontrar la típica imagen de pueblo con acceso directo al mar. Esta es la principal diferencia que lo distingue de los otros pueblos que forman Cinque Terre. Y es también la causa de que los viajeros que tienen poco tiempo de conocer esta zona italiana, se lo salten, ya que resulta ser un poco más incómodo de visitar.
Una vez que llegamos a la estación de tren de Corniglia, la cual se encuentra cerca del nivel del mar, nos toca subir hasta la población. Para ello tenemos dos opciones, subir por unas escaleras llamadas Lardarina formada por unos 377 escalones, o bien en un mini bus que une la estación de tren con la plaza principal del pueblo, con una frecuencia de 15 min aproximadamente. Este autobús es gratuito con la Cinque Terre Card.
Corniglia se encuentra en lo alto de un promontorio, a unos 100 m de altura sobre el nivel del mar, por lo que en él no vamos a encontrar la típica imagen de pueblo con acceso directo al mar. Esta es la principal diferencia que lo distingue de los otros pueblos que forman Cinque Terre. Y es también la causa de que los viajeros que tienen poco tiempo de conocer esta zona italiana, se lo salten, ya que resulta ser un poco más incómodo de visitar.
Una vez que llegamos a la estación de tren de Corniglia, la cual se encuentra cerca del nivel del mar, nos toca subir hasta la población. Para ello tenemos dos opciones, subir por unas escaleras llamadas Lardarina formada por unos 377 escalones, o bien en un mini bus que une la estación de tren con la plaza principal del pueblo, con una frecuencia de 15 min aproximadamente. Este autobús es gratuito con la Cinque Terre Card.
Como hemos empezado el día temprano y ya llevamos a nuestras espaldas las subidas y bajadas de dos pueblos de Cinque Terre, nosotros nos decidimos por subir en el autobús. El problema es que la parada de autobús a esta hora de la tarde (16:30h) tiene poca sombra, y si el día está caluroso, se hace un poco larga la espera al sol ligero.
Después de unos 10 min de trayecto llegamos hasta la plaza principal de Corniglia, desde donde parte una calle, donde se suceden las tiendas, heladerías, bares y alojamientos turísticos.
Después de unos 10 min de trayecto llegamos hasta la plaza principal de Corniglia, desde donde parte una calle, donde se suceden las tiendas, heladerías, bares y alojamientos turísticos.
Corniglia es el pueblo más pequeño de los que forman Cinque Terre, y como os dijimos al principio, muchos viajeros que visitan esta zona con poco tiempo se lo saltan, por lo que suele ser un poco más tranquilo que sus pueblos vecinos. En sí Corniglia no tiene grandes monumentos, la vista consiste en recorrer sus calles estrechas, disfrutar del ambiente de esta zona italiana, y tomar un aperitivo o un gelato en algún rincón bonito.
Plaza de Largo Taragio
Así callejeando llegamos hasta una bonita plaza que se encuentra de lo más animada a esta hora de la tarde, donde muchos turistas están aprovechando para descansar y tomar un aperitivo.
En esta plaza se encuentra la Iglesia de San Pedro que aprovechamos para ver su interior que nos pareció muy sencillo pero coqueto.
En esta plaza, a la altura de la iglesia, hay unas escaleras que nos van a llevar hasta una terraza con unas bonitas vistas al mar y a los acantilados que forman el Parque Natural de Cinque Terre.
Y fijándonos bien desde aquí también vemos Manarola a nuestra izquierda, el siguiente pueblo que visitaremos en nuestro recorrido.
Terraza Panorámica S. María
Volvemos a la calle principal que nos había llevado a desembocar en la plaza Largo Taragio y continuamos recorriéndola. Hay un momento en el que nos encontramos la siguiente indicación.
Seguimos la dirección que nos marca y llegamos hasta la llamada Terraza Panorámica de S. María, desde donde se tiene una panorámica de la zona mucho más amplia que la que teníamos desde el mirador cercano a la iglesia. Aquí podemos apreciar a nuestra derecha Vernazza a lo lejos, y a nuestra izquierda Manarola, el que será nuestro próximo destino.
Calles de Corniglia
Lo mejor para conocer Corniglia es perderse por todos sus callejones y meterse en todos sus rincones, y es que este pueblo tiene muchos lugares en los que se respira un encanto especial.
Aquí aprovechamos para comprar algunas cosillas típicas de Cinque Terre, como productos hechos a base de limón, licores, mermeladas....y por supuesto, comer un gelato disfrutando de su ambiente especial.
Panorámica de Corniglia
Por último, lo que nos queda por hacer en Corniglia es buscar un lugar donde tener una amplia panorámica del pueblo, con sus casas de colores rodeadas de viñedos y olivares. Para ello volvemos a la plaza donde nos dejó el autobús, y seguimos caminando por carretera unos pocos metros hasta la primera gran curva, desde donde vamos a poder tener las mejores vistas de Corniglia.
Con estas vistas damos por terminada nuestra visita a Corniglia, un lugar pintoresco, más tranquilo que sus vecinos, y por ello con mucho encanto. Ahora nos toca volver a la estación de tren, pero esta vez lo haremos por las escaleras, y es que cuesta abajo es un paseo agradable con bonitas vistas.
Son las 18:30 y decidimos dejar para mañana los dos pueblos que nos quedan por ver, Manarola y Riomaggiore, ya que después del día de calor, preferimos llegar al hotel, ducharnos y salir a cenar a algún lugar en la Spezia. Para ello hemos elegido la Pizzería Pulcinella, cercana a nuestro alojamiento, donde las pizzas están buenísimas y el trato ha sido muy cordial . No podríamos tener mejor final del día.
Son las 18:30 y decidimos dejar para mañana los dos pueblos que nos quedan por ver, Manarola y Riomaggiore, ya que después del día de calor, preferimos llegar al hotel, ducharnos y salir a cenar a algún lugar en la Spezia. Para ello hemos elegido la Pizzería Pulcinella, cercana a nuestro alojamiento, donde las pizzas están buenísimas y el trato ha sido muy cordial . No podríamos tener mejor final del día.
Ahora llega la hora de descansar que mañana nos tocan dos de los pueblos más visitados de Cinque Terre, Monterosso y Manarola. Pero no os preocupéis que os seguiremos contando todo nuestro recorrido aquí en el blog.
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