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Ussé, el Castillo del Loira Donde Vivió la Bella Durmiente

Publicado
4/09/2022
 Como os contamos en el artículo anterior de nuestro primer día en el Valle del Loira, hemos pasado la noche con nuestra autocaravana a los pies del castillo de Ussé, en el parking gratuito habilitado para su visita, donde está permitido pernoctar pero no acampar, es decir, que no se pueden sacar mesas y sillas al exterior.

 Este parking está a la entrada del pueblo, y si andáis un poco por la calle principal del mismo, en pocos pasos, en una especie de plaza, hay un baño público bastante limpio.
 El día a amanecido con mucha niebla, tanta que nos cuesta divisar la silueta del castillo, pero que poco a poco se va dispersando. Como no abre sus puertas hasta las 10:00h de la mañana, ya desayunados y listos, hacemos tiempo recorriendo los alrededores del castillo. Desde el puente de piedra que se encuentra a pocos metros antes de llegar al aparcamiento, se tienen unas vistas espectaculares.
 Cuando ves el castillo de Ussé no puedes evitar acordarte de aquellos cuentos de príncipes y princesas que leíamos de niños, y es que es absolutamente de cuento total, con sus torres puntiagudas y sus majestuosos muros. Y cuando decimos que es de cuento, es literal, ya que según cuentan, el castillo de Ussé sirvió de inspiración a Charles Perrault para su cuento de la Bella Dumiente, por eso es el castillo preferido de los peques.

 A las 10:00h en punto estamos en la puerta para acceder al interior del castillo y realizar la visita. Con la entrada nos dan un folleto en español con la descripción de las estancias, cosa que es de agradecer. Además, aquí son amantes de los perros y se puede acceder con ellos al interior.

Horario
1 de abril al
30 de septiembre
10:00
a
19:00
Resto
del año
10:00
a
18:00

Precio
Adulto
(Mayor 16 años)
14 euros
Niño
(8 - 16 años)
5 Euros
Menores de 8 años gratis

 El castillo de Ussé lleva siendo una casa familiar desde hace más de dos siglos, propiedad de los duques de Blacas, que han decidido abrirlo al público en 1975. Algunas de las estancias conservan parte del mobiliario original, así como objetos de arte y otras piezas de colección.
 El Duque de Blacas era el consejero del rey Carlos X, por eso en muchas de las estancias veremos algunos objetos que fueron obsequios de parte de los reyes.

Torre de la Bella Durmiente
 Y al viajar con una niña, lo primero que vamos a visitar en cuanto entramos al castillo es la torre dedicada al cuento de la Bella Durmiente. Aquí, en la parte más antigua del castillo, nos vamos a ir encontrando diferentes escenarios pertenecientes al cuento.
 Es toda una experiencia para los más pequeños ya que parece que estés dentro del mismísimo cuento. La torre y las distintas salas se encuentran adornadas hasta el más mínimo detalle.
Pero la parte más alta de la torre es la más tenebrosa. Hay que tener cuidado porque aquí se encuentra Maléfica realizando sus hechizos.
 Una vez vista la torre de la Bella Durmiente seguimos recorriendo el interior del castillo. Hay varias estancias que nos llaman la atención, encontrándose todas totalmente amuebladas y con mucho gusto.

Patio de Armas
 Es la zona central del castillo, desde donde se accede a las estancias interiores, a las terrazas donde se tienen una bonita panorámica de los jardines y a la torre de la Bella Durmiente.
 Merece la pena detenerse aquí un buen rato en uno de sus bancos para observar el entorno, las fachadas, y disfrutar del ambiente.

Vestíbulo
 Nos da la bienvenida un vestíbulo del siglo XV donde llama la atención una gran escalera de madera en espiral que se realizó por encargo de Madame Rochejacquelin en el siglo XIX.

Estancias y Exposición "De Tal Madre Tal Hija"
 En las diferentes estancias nos encontramos una exposición temporal dedicada a trajes de época y de cómo antiguamente los padres vestían a sus hijos. Todos los años, el Castillo de Ussé programa una exposición de trajes de distintas épocas para hecernos una idea de como van cambiando las épocas a través de la vestimenta. La de este año 2022 se titula "De tal Madre tal Hija".
 Los trajes son preciosos y nos sirven para hacernos una idea de la moda de la época que resultaba bastante caprichosa. Trajes poco cómodos para niños y niñas. ¿Os imagináis jugar en el parque o en la arena con estos modelitos?.

 Las estancias están llenas de detalles, con muebles italianos, franceses, tapices de Bruselas y varios regalos que fueron realizados a la familia a lo largo de los años.

 Pasaremos por la Gran Galería o Galería Central con un suelo que parece un tablero de ajedrez y donde veremos una gran colección de tapices de Bruselas, del siglo XVIII, además del busto de Luis XIV de Bernini, una copia del que se encuentra en Versalles.
 Y por una bonita escalera de hierro forjado de estilo italiano del siglo XVII

La Cámara del Rey
 Es la última estancia que visitamos. Durante el reinado de Luis XIV, algunos grandes castillos tuvieron que reservar aposentos para el rey. La estancia reservada en el Castillo de Ussé tiene inspiración China, que estaba muy de moda en aquella época.
 Las paredes, el tapizado de las sillas, todo nos hace viajar al más lejano oriente.

Jardínes
 Los jardines del castillo de Ussé, del siglo XVII, tienen un colorido espectacular en esta época del año. Desde la terraza tenemos una panorámica total de estos jardines que fueron diseñados por Le Nôtre, el mismo hombre que diseñó los jardines de Versalles.
 Destacan el rojo, verde y blanco mezclándose con el estanque central y con el bonito invernadero construido en 1664. Estos jardines varian con las estaciones del año. Incluso podemos ver un naranjal, de los que algunos ejemplares tienen más de 200 años. Y más al fondo, el huerto.
 Otro lugar que varía según las estaciones del año, donde ahora en verano predomina el color morado. Aquí abundan los árboles frutales y plantas aromáticas.

Iglesia
 En un lateral del castillo de Ussé se encuentra su iglesia, un edificio de un tamaño considerable usado por los miembros de la familia para sus celebraciones religiosas. Algunos de estos miembros descansan aquí, incluso en la propia cripta debajo del altar. 

   Lo último que visitamos en el castillo de Ussé son las cuevas donde hay una temperatura ideal para la conservación del vino, que se construyeron para albergar las bodegas del recinto, y que en tiempos difíciles también se usaron como refugio. Además podemos ver las cuadras, donde se haya una exposición de antiguos carruajes, y hasta una cárcel.

 En recorrer el castillo de Ussé tardamos algo menos de dos horas haciéndolo con total tranquilidad, ya que los exteriores son para disfrutarlos, incluso encontramos algunos bancos para sentarte y observar el entorno.
  Este castillo no es de los más visitados en el Valle del Loira, suelen visitarlo familias con niños atraídos por el tema de la Bella Durmiente. Y la verdad es que nos ha encantado y lo recomendamos totalmente viajes o no con niños porque es un castillo realmente bonito.

 ¿Dónde nos dirigimos ahora?. Vamos a poner rumbo a Chinon, uno de los pueblos recomendados en cualquier ruta por el Valle del Loira.




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