Publicado
5/03/2018
5/03/2018
Segundo día, y el cuerpo se iba acostumbrando poco a poco al cambio horario, ¡hoy nos despertamos a las 6,30h! Vamos a desayunar a un Dunkin Donuts cerca del hotel, y como la entrada al top of The rock no era hasta las 8h, aprovechamos para pasar por Times Square para hacernos una foto sin demasiada gente ya que el resto del día es meramente imposible y….¡lo conseguimos!. Eso sí, a esta hora las famosas escaleras Rojas están cerradas con una cadena, pero de todas formas sacamos buenas perpestiva.
De aquí nos dirijimos al Top of The Rock, que como ya dije en preparativos del viaje, buscábamos esta hora para evitar multitudes, y nuestra entrada nos permitía volver al atardecer (mas información sobre las entradas aqui). Elegimos el Top Of The Rock en vez del mítico Empire State, ya que, desde el TOR se tienen unas vistas únicas del Propio Empire Estate, y las mejores vistas panorámicas de Central Park. De Times Square al Top of The Rock hay unos 5 min a pie, se accede por la calle 50, entre la quinta y la sexta avenida, y pasamos por Radio City Music Hall y NBC Studios.
Cuando llegamos faltaban unos minutos para abrir y ya había cola en la puerta. A las 8h en punto abrieron las puertas y la gran mayoría de la cola fue a taquilla para sacar las entradas, pero como nosotros las sacamos por internet nos fuimos al ascensor para subir directamente. Antes has de pasar por un control de seguridad ¡y a subir se ha dicho¡
Subir es muy divertido ya que superas un desnivel de 200 mtrs en un minuto mientras se proyectan luces de colores en el techo y con música. El ascensor para en la planta 67 que es acristalado, mientras que ya en la planta 70 es el mirador al aire libre. No hay límite de tiempo en la visita. En una de las plantas, no recuerdo cuál, hay wc. Una vez que llegas al mirador es cuando se produce un vuelco en el corazón, es cuando te das cuenta de la magnitud de los edificios y es cuando te enamoras de esta ciudad.
Ahora toca dirigirnos a la misa gosspel, en el barrio de Harlem. La misa era a las 10h pero tuvimos unos pequeños problemas, la línea de metro más cercana al Top Of The Rock estaba cerrada ¡y era la más directa! ahora tocaba andar hasta otra línea, pero además, a esa hora del domingo, los trenes pasaban con menos frecuencia lo que se traduce que llegamos con la misa ya empezada a las 10,30 h. La iglesia escogida fue St Josep Of The Holy Family, en la esquina oeste 125th con la avenida Morningside. Tiene una parada de metro a 200 mtrs. Nos la recomendó una amiga que vive en Nueva York por tener menos turistas y ser más auténtica.
Cuando llegamos a la puerta y vimos la hora que era, nos daba mucha vergüenza interrumpir, pero de momento salió una mujer, nos dio la bienvenida y me cogió de la mano para que entráramos y nos acomodo en unos asientos que había libres. No había apenas turistas, solo nosotros y alguna familia más. Nos dijeron que era algo muy emotivo y creo que se quedan cortos, vellos de punta, nudo en la garganta y hasta alguna lagrimita de ver cómo lo viven, como lo cantan y como te acojen como uno más.
Recomiendo llevar dólares sueltos porque, como en cualquier iglesia, pasan el cepillo.
La misa dura alrededor de dos horas, para los niños puede resultar un poco pesado y se aburren, si queréis tener tan solo una idea de lo que és, podéis llegar un poco más tarde que os dejan entrar sin problemas, eso sí, no os perdáis el final porque es lo más emocionante.
Una vez terminada la misa nos dedicamos a pasear por el barrio afro-americano de Harlem para hacer tiempo para tomarnos el famoso “brunch”del domingo. El brunch nace a partir de la unión del desayuno y el almuerzo, la mayoría de los restaurantes lo sirven de 10 h hasta las 16 h. En nuestro paseo llegamos al teatro Apollo, donde han actuado cantantes de la talla de Michael Jackson. En la puerta hay varias placas donde se ve el nombre de cantantes muy importantes para la música afro-americana. Esta situado en la calle 125 th entre las avenidas 7 y 8.
Hay muchísimos restaurantes donde probar cocina afroamericana y hoy domingo hay un gran ambiente y las mujeres visten con sus mejores galas. El lugar que tenía para tomar el brunch era el mítico restaurante Sylvia’s, pero al llegar había una cola que la chica que te apunta nos dijo que de unos 45 min mínimo, así que como ya teníamos hambre y mi niña estaba un poco cansada fuimos a otro, también recomendado por mi amiga que vive en Nueva York llamado Vinatería, donde no había nada de cola y comimos genial. Probamos los huevos benedic, que es un huevo escalfado sobre un muffin inglés y con virutas de salmón, me encantaron, y la French Toast, también buenísimas. Para los niños hay menú infantil, Laura pidió macarrones a la boloñesa.
La bebida estaba incluida en el menú, y probamos la mimosa, un cóctel de champán y zumo de naranja. Con la experiencia del brunch en nuestros estómagos seguimos paseando pero ya camino a una boca de metro para dirigirnos a Central Park. Allí pasearíamos hasta una hora antes del atardecer, ya que teníamos el pase para poder volver al Top of The rock para ver anochecer.
Cuando llegamos a la puerta y vimos la hora que era, nos daba mucha vergüenza interrumpir, pero de momento salió una mujer, nos dio la bienvenida y me cogió de la mano para que entráramos y nos acomodo en unos asientos que había libres. No había apenas turistas, solo nosotros y alguna familia más. Nos dijeron que era algo muy emotivo y creo que se quedan cortos, vellos de punta, nudo en la garganta y hasta alguna lagrimita de ver cómo lo viven, como lo cantan y como te acojen como uno más.
La misa dura alrededor de dos horas, para los niños puede resultar un poco pesado y se aburren, si queréis tener tan solo una idea de lo que és, podéis llegar un poco más tarde que os dejan entrar sin problemas, eso sí, no os perdáis el final porque es lo más emocionante.
Una vez terminada la misa nos dedicamos a pasear por el barrio afro-americano de Harlem para hacer tiempo para tomarnos el famoso “brunch”del domingo. El brunch nace a partir de la unión del desayuno y el almuerzo, la mayoría de los restaurantes lo sirven de 10 h hasta las 16 h. En nuestro paseo llegamos al teatro Apollo, donde han actuado cantantes de la talla de Michael Jackson. En la puerta hay varias placas donde se ve el nombre de cantantes muy importantes para la música afro-americana. Esta situado en la calle 125 th entre las avenidas 7 y 8.
La bebida estaba incluida en el menú, y probamos la mimosa, un cóctel de champán y zumo de naranja. Con la experiencia del brunch en nuestros estómagos seguimos paseando pero ya camino a una boca de metro para dirigirnos a Central Park. Allí pasearíamos hasta una hora antes del atardecer, ya que teníamos el pase para poder volver al Top of The rock para ver anochecer.
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