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Qué ver en Rocamadour, Francia

Publicado
05/03/2023
 Rocamadour es uno de esos pueblos que teníamos en nuestra lista de deseos viajeros desde que habíamos visto algunas fotos por internet del lugar, resultándonos un pueblo de lo más original. Así que en cuanto tuvimos oportunidad no dudamos en visitarlo.

 Rocamadour se encuentra en la parte sur de Francia, en la región de Occitania y más concretamente en el departamento de Lot. Se trata de una ciudad bastante famosa aquí en Francia, que incluso ha llegado a ser el segundo lugar más visitado del país, por detrás del Monte Saint-Michel.

 Después de visitar Rocamadour podemos decir que la fama que le precede y la gran cantidad de turistas que vienen aquí durante todo el año es más que merecida. Rocamadour tiene una belleza especial, incrustada en la roca asomándose al precipicio. Pero además es conocida como ciudad sagrada y de peregrinación, ya que son muchos los que vienen hasta aquí para visitar sus siete santuarios.

Cómo llegar a Rocamadour
 El aeropuerto más cercano a Rocamadour es el que se encuentra en la ciudad de Toulose, a unas dos horas de camino en coche. La forma más cómoda de llegar a esta ciudad sagrada es en coche que aparcaremos en alguno de sus parkings, y desde allí realizaremos la visita a pie. Las vistas que se tienen de Rocamadour desde la carretera a pocos metros de llegar son de postal.
Rocamadour se encuentra dividido en tres niveles;
La zona baja donde se encuentra la ciudad medieval
La zona intermedia donde se encuentran los santuarios, la zona sagrada.
La zona superior donde se ubica el castillo.
 Para visitar estas tres zonas vamos a tener que subir algunos escalones y cuestas, pero si no te apetece o no puedes caminar mucho, existe un ascensor de pago que une la calle principal situada en la ciudad medieval (zona baja) con los santuarios (zona intermedia). En el mapa de Rocamadour también aparece otro ascensor que une los santuarios con la zona del castillo, pero nosotros no llegamos a verlo porque durante nuestra visita (temporada baja) estaban cerrados y pienso que nos pasó desapercibido.

 Para aparcar el coche existen varios parkings bien indicados;
P1 se encuentran en la zona de L'Hospitalet, un pequeño pueblo situado a la vera de Rocamadour y con unas vistas espectaculares del lugar, donde se aprecia el conjunto del pueblo enclavado en la roca.
P2 se encuentra en la zona más alta a los pies del castillo
P5 se sitúa en la zona baja. En temporada alta, este parking se encuentra comunicado con la ciudad medieval mediante un trenecito turístico.

 Si como nosotros visitas Rocamadour en temporada baja, en nuestro caso el 24 de diciembre, ni el ascensor ni el tren turístico estará en funcionamiento, y los parkings son gratuitos. Cuando nosotros llegamos a Rocamadour había poquísima gente y pudimos aparcar en un hueco junto a la entrada de la ciudad medieval.

Ciudad Medieval
 Después de aparcar nuestro coche en la zona baja de Rocamador, nos disponemos a recorrer este pueblo que hoy 24 de diciembre se encuentra de lo más tranquilo, suponemos que se están preparando para disfrutar de la Nochebuena. Cruzamos la Puerta du Figuier (siglo XIII) que nos va a adentrar de lleno en la ciudad medieval.
 La ciudad medieval de Rocamadour consiste en una larga calle empedrada, calle de la Couronnerie, llena de casas de época, que hoy día son la mayoría tiendas de souvenir y restaurantes, pero que hoy víspera de Navidad, se encuentran cerradas. Una pena porque queríamos comprar algo de queso, ya que en Rocamadour es muy famoso su queso con denominación de origen, pero no pudo ser.
 Siguiendo esta calle llegamos hasta la oficina de turismo que sí que se encuentra abierta, donde nos dan un mapa y algo de información sobre la visita a Rocamadour. Unos metros más adelante se encuentra el ascensor que sube hasta la zona de santuarios, que como el resto del pueblo, se encuentra también cerrado. Al lado del ascensor empiezan unas largas escaleras de piedra que empezaremos a subir, por donde los peregrinos ascendían muchos años atrás.

Santuarios
 Para llegar desde la zona medieval hasta los santuarios subimos la Grand Scalier o la Gran Escalera, compuesta por 216 escalones por donde subían los peregrinos como prueba final a su peregrinaje, arrodillándose para encontrarse con los santuarios. La subida de estos escalones no se hace para nada pesado ya que las vistas y la perspectiva que tenemos de Rocamadour es espectacular.
 Una vez que terminamos la subida nos encontramos una especie de plaza donde vamos a visitar sus 7 santuarios, siendo algunos de los más famosos la Basílica del Santo Salvador, con más de 850 años de existencia, y la cripta de San Amadour, declaradas Patrimonio Mundial de la UNESCO.
 Pero una de las capillas más visitada por los peregrinos a lo largo de los años ha sido la Capilla de Nuestra Señora de Rocamadour, excavada en la roca, donde se encuentra la Virgen María o más conocida como la Virgen Negra, famosa por sus milagros.
 Esta capilla nos pareció de lo más original por los barcos que cuelgan del techo, y hasta el órgano se asemeja a la parte delantera de un barco.
 Después de ver los santuarios pasamos por un túnel donde cuelgan una gran cantidad de placas de mármol donde los peregrinos dan las gracias por los milagros realizados por Nuestra Señora de Rocamadour y a San Salvador.

Castillo
 Ahora nos toca subir hasta la zona más elevada de Rocamadour donde se encuentra el castillo. Para ello tenemos que ascender por el Camino de la Cruz (Chemin de la Croix), un camino rodeado de bosque que seguían los peregrinos y que va subiendo haciendo Zig-zag donde recorreremos las 14 estaciones de un vía crucis.
 Al final del camino damos al parking del castillo y al propio castillo el cual es privado y no se puede visitar. Lo que sí podemos es andar por un pequeño trozo por sus murallas. Para ello tendremos que depositar una moneda de 2€ en una máquina para poder mover el torno que da acceso al recinto. La máquina no da cambio, así que si como nosotros no tienes monedas de 2€, te quedas sin visitarlo, aunque según hemos leído en algunos blogs de viajes, tampoco merece mucho la pena.
 Ahora nos toca deshacer el camino que nos ha llevado hasta lo más alto de Rocamador para volver hasta el lugar donde se encuentra aparcado nuestro coche. Ahora nos dirigimos a Hospitalet, una pequeña aldea que hay frente a Rocamadour desde donde se tienen unas bonitas vistas de Rocamadour en la lejanía. Aquí hay varios restaurantes donde poder comer, pero que también se encuentran hoy cerrados.

 Aquí damos por terminada nuestra visita a uno de los pueblos más bonitos y visitados de Francia, que atrae numerosos devotos cada año que vienen hasta aquí para hacer su particular peregrinaje. Un lugar único totalmente recomendable, pero para disfrutarlo al máximo, mejor visitarlo en temporada baja.

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