Publicado
25/08/2024
25/08/2024
Hoy el día amanece despejado por lo que vamos a comenzar nuestro recorrido que nos va a llevar a conocer un lugar que nos quedó pendiente de ayer, el Puente Geierlay, uno de los puentes colgantes de cuerda más largos de Alemania.
Este puente de 360 metros de largo y 100 metros de altura, fue inaugurado el 3 de octubre de 2015, construido en madera, se integra perfectamente en el paisaje natural. Este puente une dos pueblos, Mörsdorf y Sosberg, así que nos dirigimos hasta Mörsdorf desde donde, tras una pequeña ruta, llegaremos al famoso Puente Geierlay.
Desde nuestro alojamiento hasta el pueblo de Mörsdorf tenemos que recorrer unos 59 km que hacemos en unos 50 minutos. Una vez allí, en la entrada del pueblo, vemos indicaciones de varios parking, siendo los más cercanos al inicio de la ruta el P1 y P2, y a unos 300 metros de estos, se sitúan el P3 y P4, donde nosotros aparcamos, con un precio de 6€ durante 4h (se puede pagar con monedas o tarjeta).
Desde el aparcamiento hasta el Puente Colgante de Geierlay hay unos 2.4 km que ya recorreremos a pie. Comenzamos el camino siguiendo las indicaciones que nos llevan a atravesar el pueblo de Mörsdorf. Desde el pueblo hay dos posibles caminos, uno asfaltado con poca dificultad ideal para ir con niños pequeños o personas mayores, y otro a través del bosque, también facilito, pero con más subidas y bajadas. Veremos un cartel donde nos indica en verde cual es el indicado para familias y cual es más complicado.
Este puente de 360 metros de largo y 100 metros de altura, fue inaugurado el 3 de octubre de 2015, construido en madera, se integra perfectamente en el paisaje natural. Este puente une dos pueblos, Mörsdorf y Sosberg, así que nos dirigimos hasta Mörsdorf desde donde, tras una pequeña ruta, llegaremos al famoso Puente Geierlay.
Desde nuestro alojamiento hasta el pueblo de Mörsdorf tenemos que recorrer unos 59 km que hacemos en unos 50 minutos. Una vez allí, en la entrada del pueblo, vemos indicaciones de varios parking, siendo los más cercanos al inicio de la ruta el P1 y P2, y a unos 300 metros de estos, se sitúan el P3 y P4, donde nosotros aparcamos, con un precio de 6€ durante 4h (se puede pagar con monedas o tarjeta).
Desde el aparcamiento hasta el Puente Colgante de Geierlay hay unos 2.4 km que ya recorreremos a pie. Comenzamos el camino siguiendo las indicaciones que nos llevan a atravesar el pueblo de Mörsdorf. Desde el pueblo hay dos posibles caminos, uno asfaltado con poca dificultad ideal para ir con niños pequeños o personas mayores, y otro a través del bosque, también facilito, pero con más subidas y bajadas. Veremos un cartel donde nos indica en verde cual es el indicado para familias y cual es más complicado.
¿Qué camino elegimos nosotros? Pues como nos gusta la aventura, nos fuimos a través del bosque.
Ambos caminos son más o menos de la misma distancia, el asfaltado un poco más largo, pero poca cosa. Pero cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. El asfaltado es muy cómodo de recorrer y se puede incluso ir con carrito de bebé, lo malo es que en días calurosos hay que llevar protección solar y gorra porque es un camino en el que nos da continuamente el sol. El camino que va por el bosque tiene algunas subidas y bajadas pero que no requieren esfuerzo y nos da continuamente la sombra, ideal para días de calor. El problema de este camino es en días de lluvia, o cuando ha llovido el día de antes, ya que el suelo se embarra y se hace bastante resbaladizo.
A través del bosque seguimos siempre las indicaciones que nos vamos encontrando por lo que no tiene pérdida Y llegamos al puente colgante Geierlay donde, a pesar de ser una de las atracciones más visitadas del Valle del Mosela y de Alemania en general, no vimos mucha gente por aquí.
A través del bosque seguimos siempre las indicaciones que nos vamos encontrando por lo que no tiene pérdida Y llegamos al puente colgante Geierlay donde, a pesar de ser una de las atracciones más visitadas del Valle del Mosela y de Alemania en general, no vimos mucha gente por aquí.
El puente mide unos 360 metros y es totalmente gratuito. Al principio se nota firme, pero conforme vamos avanzando, se va notando la altura que impresiona bastante, además de un ligero balanceo. En los días de aire este balanceo se nota bastante.
Habíamos leído que un 20% de las personas que llegan hasta el inicio del puente al final se arrepienten y no lo cruzan. La verdad es que es una experiencia muy recomendable. Nosotros lo recorrimos en un sentido y en el otro, disfrutando de las vistas y el entorno.
Una vez disfrutado del puente Geierlay nuestra intención era volver por el camino asfaltado para poder ver los dos recorridos, pero el problema es que ha salido el sol y ha comenzado a hacer muchísimo calor y preferimos volver nuevamente por el bosque.
Llegamos al coche con bastante hambre, así que nos dirigimos al siguiente lugar previsto en nuestro recorrido de hoy, el pequeño pueblo de Beilstein, pero os lo contamos en el siguiente artículo.
Una vez disfrutado del puente Geierlay nuestra intención era volver por el camino asfaltado para poder ver los dos recorridos, pero el problema es que ha salido el sol y ha comenzado a hacer muchísimo calor y preferimos volver nuevamente por el bosque.
Llegamos al coche con bastante hambre, así que nos dirigimos al siguiente lugar previsto en nuestro recorrido de hoy, el pequeño pueblo de Beilstein, pero os lo contamos en el siguiente artículo.
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