Publicado
5/03/2018
5/03/2018
Después de un par de horas de descanso y ducha, volvimos a salir, esta vez tomamos el metro dirección al Flatiron Building (Intersección de Broadway Avda., la Quinta Avda. y la 23st), también llamado el edificio “plancha” por su forma. Es un edificio de oficinas por lo que no se puede acceder, pero lo espectacular de este sitio es el exterior. Las mejores fotos se toman desde el Madison Square Park o desde los islotes entre la calle 23 y 25.
A pocos pasos de los islotes peatonales desde donde sacamos las fotos del Flatiron se encuentra, en el número 230 de la quinta avenida, un bonito y glamuroso Rooftop-bar.
Un Rooftop es una terraza donde puedes tomar una copa y tener unas maravillosas vistas. Elegí este porque leí que tenía la mejor vista del Empire State. El problema es que no dejan subir menores de 21 años ya que sirven alcohol, así que, subimos de dos en dos ya que Laura no podía.
Las vistas son espectaculares, ya era de noche y hacía muy buena temperatura, y ¡el Empire está al lado!. Es un lugar que recomiendo, no sé el precio de las copas, pero las vistas merecen la pena, me pareció un lugar muy romántico. No te dicen nada por subir sin tomar nada y echarte unas fotos, hay que ir arreglado ya que si vas en zapatillas o mal vestido el portero no te deja subir, y muy importante, hay que llevar un documento de identidad. Si hace frío hay unos iglús y te dan mantas para taparte. Si vas con niños y no te lo quieres perder, puedes ir los sábados y los domingos a la hora del brunch, de 10 a 16 h, donde los niños sí son bienvenidos.
Así, entre foto y foto nos dio la hora de la cena, tomamos el metro y nos dirigimos a Times Square ya que cerca estaba el restaurante elegido para la cena, el llamado Ellen’s Estardust Dinner, un restaurante ambientado en los años 50 donde los camareros, además de servir las mesas, cantan y muy bien. No admite reservas y suele estar muy concurrido.
Siempre que pasábamos tenía cola y hoy no iba a ser menos. Tuvimos que esperar unos 10min en cola en la puerta. En cuanto a la comida estaba bien, típica americana. Yo pedí waffles con pollo rebozado y sirope de alce, suena raro pero ¡ estaba delicioso!. Pasamos un rato muy entretenido.
Un Rooftop es una terraza donde puedes tomar una copa y tener unas maravillosas vistas. Elegí este porque leí que tenía la mejor vista del Empire State. El problema es que no dejan subir menores de 21 años ya que sirven alcohol, así que, subimos de dos en dos ya que Laura no podía.
Las vistas son espectaculares, ya era de noche y hacía muy buena temperatura, y ¡el Empire está al lado!. Es un lugar que recomiendo, no sé el precio de las copas, pero las vistas merecen la pena, me pareció un lugar muy romántico. No te dicen nada por subir sin tomar nada y echarte unas fotos, hay que ir arreglado ya que si vas en zapatillas o mal vestido el portero no te deja subir, y muy importante, hay que llevar un documento de identidad. Si hace frío hay unos iglús y te dan mantas para taparte. Si vas con niños y no te lo quieres perder, puedes ir los sábados y los domingos a la hora del brunch, de 10 a 16 h, donde los niños sí son bienvenidos.
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