Ir al contenido principal

Excursión a las Cascadas Heladas de Korouoma

Publicado
24/05/2021
 Hoy es el día más esperado aquí en Laponia para nosotros los adultos, y es que tenemos programada la excursión a las cascadas heladas de Korouoma.

  Esta excursión la hemos contratado desde España con la empresa Civitatis, con un guía de habla española, y que nos recoge en nuestro alojamiento a las afueras de Rovaniemi.

  Hoy ha amanecido soleado, pero es quizás el día de más frío que vamos a vivir aquí en Laponia con -19º, además, al encontrase las cascadas en medio del Cañón de Korouma, la sensación térmica va a ser de aún más frío de lo que marca el termómetro.

  A las 08:00 de la mañana muy puntual nos recoge en furgoneta nuestro guía en la puerta de casa. El vehículo lo compartimos con una pareja de alemanes y un chico oriental, y juntos nos dirigimos hasta la oficina central en Rovaniemi para equiparnos con la ropa de abrigo (incluida en el precio), y recoger todo el material necesario para la barbacoa que haremos en medio del bosque.

  El trayecto de aproximadamente 1h y 40 min, siguiendo las indicaciones a Korouma, discurre por caminos completamente nevados donde nos cruzamos con pocos coches, y zonas boscosas que no dejan de maravillarnos. Tras hacer este camino, llegamos a la zona de estacionamiento de Saukkovaara, donde aparcamos el vehículo (totalmente gratuito), y donde vemos bastantes coches, se nota que las cataratas de Korouoma es una excursión bastante popular. Aquí nuestro guía se une a otra excursión, un grupo de franceses que vienen con la misma empresa que nosotros.

  En la zona de aparcamiento tan solo hay una caseta con baños, los únicos baños que vamos a ver en todo el recorrido. No hay punto de información ni nada por el estilo (la información la encontraremos más adelante). Desde aquí ya apreciamos algunos caminos que se adentran en el bosque y nos dejan ver los escenarios tan magníficos que nos vamos a encontrar.

 Pero el camino que nos va a llevar hasta las cascadas heladas de Kourouma es el que sale del aparcamiento en dirección contraria a los baños. En él vemos un indicador de madera que nos señala la dirección, además, a lo largo del camino nos guiaremos por medio de estacas que van marcando el recorrido. Aunque claro, nosotros no tenemos pérdida porque vamos al lado del guía.

 Después de andar unos pocos metros nos encontramos una especie de pérgola de madera con algunos mapas en las paredes e información de lo que nos vamos a encontrar dentro del Parque Nacional de Kourouma. Nos informa de las aves y demás animales que viven en esta zona, las especies de árboles que nos vamos a encontrar y alguna que otra curiosidad.

 Según nos comenta el guía, hay varias rutas para disfrutar dentro del parque. Nosotros vamos a realizar la más popular, Koronjää, el único sendero en Finlandia que nos va a permitir ver las tres más famosas cascadas que se encuentran congeladas ahora en pleno invierno. Estas cascadas son Jaska Jokunen (Charlie Brown), Mammuttiputous (la caída del mamut) y Ruskea virta (río Brown).

  Este recorrido se trata de un camino circular de unos 5 kilómetros de longitud que está lleno de bajadas y subidas. A esto hay que añadirle que el suelo se encuentra con una gran capa de hielo que hace que continuamente nos estemos resbalando, por lo que hay que caminar con mucho cuidado. Para personas mayores o que no estén muy acostumbradas a andar, y para niños muy pequeños, puede resultar un poco duro.

 Nos encontramos en la naturaleza más salvaje, en un cañón con una gran densidad de árboles cuajados de nieve que forman postales de lo más invernales.

 Así llegamos hasta el Mirador Hannukallio donde se tiene una bonita imagen de gran parte del Parque Nacional de Kourouma.



 Con el frío las baterías de los móviles y cámaras de fotos se agotan mucho más rápido. Para que os hagáis una idea, a unos -19 grados, que es la temperatura que estamos hoy soportando, y llevando las baterías pegadas al cuerpo, sacándolas solo para realizar las fotos, nos han durado unos 40 minutos. Por lo tanto, os recomendamos llevar una batería auxiliar para no quedarnos sin sacar las fotos de vuestro paseo.

  El camino se va estrechando de tal manera que tenemos que empezar a caminar en fila india, y cada vez nos encontramos a más senderistas que vienen en sentido contrario, por lo que hay que pegarse totalmente a un lado del sendero para poder permitir el paso. En algunas zonas se hace complicado pasar dos personas a la vez.


 Cuando nos venimos a dar cuenta aparece ante nuestros ojos la primera de las cascadas heladas, Ruskea Virta, la cascada de hielo más grande y alta de Korouoma, con unos 60 metros de altura.

  Una de las actividades más deseadas por los escaladores experimentados es subir por sus paredes heladas, que se puede realizar durante el invierno.


 Seguimos el camino por el desfiladero paralelo al acantilado donde en algunos tramos vemos cuerdas y pasamanos para ayudar si el suelo está muy resbaladizo.

  Cuanto más caminamos, más cantidad de nieve estamos viendo a nuestro paso. Hay zonas que parecen de algodón donde lo que entran ganas es de tirarte y hacer un poco el loco.

  Cada tramo tiene una belleza particular, la luz, el blanco de la nieve incluso los pequeños témpanos de hielo que están colgados en los árboles llaman nuestra atención, y es que nosotros, en el sur de España, no estamos acostumbrados a estos paisajes.

 Llegamos a la segunda cascada, Mammuttiputous, por lo visto la más popular entre los escaladores ya que dispone de diferentes rutas de escalada de diferentes niveles de dificultad.

 Aquí el guía nos dice que acaba nuestro recorrido y que vamos a volver por el mismo camino que hemos traído. Se ha hecho tarde y no vamos a continuar hasta la última cascada.

  A la vuelta, a aproximadamente 1 kilómetro de la zona de aparcamiento, nos paramos en una pequeña explanada donde hay bancos de madera y una zona donde hacer fuego.
 Aquí el guía enciende el fuego para asar salchichas, hacer té de frutos rojos y Sandwiches de carne de reno.


Es toda una experiencia tomar un té calentitos en este paraje, pero también deciros que hace muchísimo frío.

  El agua que llevamos en la mochila está totalmente congelada, hasta nuestras pestañas y el pelo que nos sobresale del gorro se nos ha congelado. Andando no habíamos sentido el frío, pero ahora parados, solo estar al lado del fuego nos reconforta un poco.

  Después de andar el último tramo que nos queda hasta llegar al aparcamiento, quizás el más duro por ser continuamente cuesta arriba, ya damos por terminada la visita al Parque Nacional de Kourouma.

  Como conclusión os diremos que es una excursión que descartamos hacer por nuestra cuenta porque no nos atrevíamos a adentrarnos solos en el bosque y no encontramos mucha información en internet acerca de ella. Ahora que ya la hemos realizado os diremos que se puede hacer perfectamente por libre y ahorrarnos bastante dinero.

  El hacer el recorrido y el aparcamiento son totalmente gratuitos frente a los 150€ por adultos que pagamos por hacerla con un guía. El camino se encuentra muy bien señalizado y no tiene pérdida, además de que nos encontramos bastantes turistas realizando el mismo recorrido. El problema de ir con guía es que no pudimos parar todo lo que quisimos para realizar fotos y fuimos un poco rápido para mi gusto.

  También el día acompañó bastante, hoy amaneció totalmente despejado y lleva varios días sin nevar, por lo que los accesos por carretera y en el mismo parque no están nada complicados.