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Castle Combe, el pueblo más bonito de los Cotswolds

Publicado
2/02/2020
 Cuando estuvimos buscando información sobre Castle Combe para incluirlo en nuestra ruta por los Cotswolds, nos encontramos que en varios lugares lo nombraban como uno de los pueblos más bonitos de todo Inglaterra, por lo que se ha convertido en visita indispensable en nuestro recorrido.

  Castle Combe se encuentra a unos 50 minutos del aeropuerto de Bristol. Así que sumado que nuestro vuelo llega sobre las 13 h, recoger el coche de alquiler, más el camino de ida al pueblo, llegamos a Castle Combe sobre las 15h. Solo nos queda una hora y poco de luz para conocerlo.

  A unos 600 metros antes de llegar a Castle Combe nos encontramos un gran parking público gratuito (al menos en esta época del año) donde se puede dejar el vehículo y bajar el camino hasta la plaza central del pueblo dando un paseo. Pero como el día está frío, lluvioso, y no se ve mucho movimiento de gente, nos arriesgamos a bajar un poco más con el coche y lo dejamos a la entrada del pueblo, al borde de la carretera junto a otros vehículos que ya estaban allí aparcados.

  Deciros que Castle Combe es un pueblo de apenas 350 habitantes, por lo que se reduce a su plaza principal y un par de calles, pero eso sí...¡qué calles!.

  Cuando nos adentramos de lleno en el pueblo, la primera casa que vemos a mano derecha de color amarillo es la antigua casa del médico del pueblo, y que por lo visto, sirvió de escenario para la famosa película el Dr Dollite.

 Justo al lado hay otra impresionante casa que en su fachada podemos ver un pequeño castillo de piedra, aunque en la foto está tapado por la vegetación. Esta casa data del siglo XVII y ha tenido varias funciones a lo largo de los años como taberna, curtidor o panadería del pueblo.

 Así llegamos a la plaza principal de Castle Combe, en cuyo centro se encuentra uno de los monumentos más importantes, The Market Cross, un monumento histórico del siglo XIV que se utilizaba años atrás para dejar los caballos. Nosotros no lo podemos ver por encontrarse tapado con una lona. Suponemos que debido a alguna que otra remodelación.

 Una cosa curiosa, al menos que a nosotros no deja de sorprendernos, es que en algunas de las puertas de las casas vemos pasteles, mermeladas, incluso galletas de autoservicio. Coges el que te guste, ves la lista de precios, y pones el dinero correspondiente en una hucha. Ese negocio en España tendría los días contados.

  Seguimos la calle que baja de la plaza buscando la zona más fotografiada de Castle Combe, y ahí está. Se trata de una calle de casas alineadas de piedra color miel que crean una imagen de postal. Cada vez que buscábamos algo de información de este lugar, nos aparecía esta bonita calle, y ya teníamos ganas de verla con nuestros propios ojos.



 Y a pesar de que hace mal tiempo, está todo el rato llovizneando, hace frío y hasta un poco de niebla, deciros que a este pueblo el ambiente invernal le sienta de maravilla. Y lo mejor, que lo tenemos casi para nosotros solos.

  Seguimos bajando hasta que llegamos al hotel Manor House, pues enfrente nos encontramos otro de los puntos más fotogénicos de Castle Combe, que no es otro que el puente de piedra. Desde este puente se tiene una bonita panorámica de toda la hilera de casas.



 Volvemos a subir hacia la plaza central, esta vez nos toca visitar la iglesia. Este edificio es muy bonito, y conforme atravesamos su cancela y nos acercamos, parece que está envuelto en un halo de misterio. Todo el entorno, su torre, el cementerio que lo rodea, el cielo grisáceo....parece que esta puesto a conciencia para llamar tu atención.


 Sin embargo, su interior que se puede visitar de forma gratuita, no nos impresiona tanto, siendo más bien sencillo.

  Ahora nos toca subir un poco más la calle que sale de la plaza central y llegamos hasta la que llaman la casa sobre el arco, una construcción bastante original.

  Ya está anocheciendo y es que haciendo tantas fotos el tiempo se ha pasado volando.

  Es la hora de tomar algo tan inglés como el Cream Tea que consiste en un té con leche acompañado con "scones" untados con clotted cream y mermelada. Los scones son como una especie de panecillos, un poco dulces, y que te los sirven calentitos, y que a nosotros nos encanta.

 Nosotros llevamos apuntado Old Rectory Tearoom pero se encuentra cerrado. También entramos en White Hart, un pub muy emblemático de Castle Combe que tiene alrededor de cinco siglos de historia, pero al entrar solo vemos a gente bebiendo mucha cerveza pero poco te.

  Finalmente nos decidimos por The Castle Inn, un hotel donde tienen restaurante y con unos salones muy acogedores donde tomar el té. Todo un acierto, nos han tratado de maravilla, además la sala es como estar en tu propia casa y hasta tiene juegos para pasar el rato en familia. Pasamos un rato de lo más entretenido. Precio 24£ para tres personas.

 Después del té ya se ha hecho totalmente de noche, además noche oscura, porque la verdad es que Castle Combe cuando anoche esta poco iluminada. Tan poco que para llegar al coche tenemos que hacer uso de la linterna del móvil.

  Ya montados en el coche nos dirigimos a nuestro hotel que se encuentra ubicado a las afueras de Bourton on the Water, el hotel Lam Inn, a unos 50 minutos de distancia de Castle Combe.

 Allí hicimos el check-in, descansamos un poco y sobre las 20h (aquí hay que comer a la hora inglesa) bajamos a cenar al pub del hotel.

  La comida estuvo muy bien, el servicio muy atento, y en un ambiente muy acogedor.

  Probamos pollo con una salsa agridulce, muslo de pato sobre verduras y fish and chips. Y todo con las bebidas a un precio de 35£ las tres personas.


 Ahora toca descansar que mañana tenemos que ver muchos más pueblos de los Cotswolds, una región que desde ya nos está encantando.



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