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Sibenik, uno de los tesoros de Croacia


Publicado
03/06/2019


 Sibenik es la ciudad que fue fundada por croatas más antigua de la Costa Adriática, y a pesar de haber sido destruida en varias ocasiones, y además de haber estado bajo dominio extranjero, aún conserva  su carácter croata.

  Un hecho significativo fue que a mediados del siglo XVII la ciudad se vio azotada por una epidemia de peste a la que sobrevivieron 1500 de sus 12000 habitantes. Hoy día, Sibenik es una ciudad con un gran patrimonio y de las más bonitas de Croacia.

  Después de pasar toda la mañana visitando Zadar, que os hemos contado en el anterior capítulo de este diario, llegamos a Sibenik sobre las 16h y ha sido en la ciudad donde más nos ha costado aparcar. La zona antigua es peatonal y conforme nos vamos acercando nos encontramos calles en obras y vemos coches aparcados hasta en la acera, lo que ya nos va indicando que la cosa va a estar complicada. Nosotros terminamos aparcando cerca de la plaza de abastos, alrededor de 1 km de distancia de la oficina de turismo.

  Una zona más cercana y que nos dimos cuenta una vez que exploramos la ciudad, es en el paseo marítimo (Obala Franje Tuđmana) que es zona azul, o bien cerca del puerto (Obala Hrvatske Mornarice).

  A mediación del paseo marítimo nos encontramos con la oficina de turismo donde nos dieron la información que necesitábamos para comenzar nuestro recorrido por Sibenik

Catedral de Santiago
  La característica principal de la catedral de Sibenik es que es la única de este tipo en el mundo realizada solamente en piedra. Fue montada mediante la unión seca de elementos de piedra tallados a medida, siendo terminada en el año 1535.

  En la fachada destacan 72 cabezas humanas talladas en piedra, que según cuentan, representan distintas expresiones de los habitantes de Sibenik en aquellos tiempos como temor, inseguridad, serenidad...En otros folletos leímos que estas cabezas pertenecen a personas que dieron dinero para poder levantar la catedral, sea como sea, la verdad es que resultan de lo más curiosas.
  Durante la guerra, las fuerzas serbias la dañaron bastante, por lo que se ha tenido que llevar a cabo importantes actividades de restauración luciendo hoy día con su mayor esplendor.
 Esta catedral es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde el año 2000.
  Después de hacernos nuestras fotos de rigor, mientras subíamos las escaleras vimos como cerraban las puertas al público...¡pero como no nos habíamos fijado en el horario antes de nada!. Pues sí, nos quedamos sin verla por dentro.


Plaza de la República
 Es la plaza principal y más bonita de Sibenik, y donde se encuentran edificios tan importantes como la catedral de Santiago o el antiguo ayuntamiento, además de estar rodeada de palacios de estilo barroco de la época veneciana.
  En esta plaza me hubiera ya quedado toda la tarde, y es que tiene un encanto muy especial.
  El ayuntamiento, que también ha tenido que ser reconstruido después de los bombardeos enemigos, data del siglo XVI y destaca por los soportales y el balcón de las autoridades.
  La verdad es que más parece un palacio de alguna familia noble que un ayuntamiento. Hoy día es un encantador restaurante.

Iglesia de Santa Bárbara
 Desde la Plaza de la República seguimos recto y en pocos pasos dimos con la iglesia de Santa Bárbara. A esta hora de la tarde ya todas las iglesias se encuentran cerradas, pero merece la pena perderse por las calles de Sibenik y encontrase estas fachadas tan bonitas.

  En su interior alberga un museo de arte sacro que reúne pinturas, esculturas y grabados que van del siglo XIV al siglo XVIII.

  Después volvemos sobre nuestros pasos hasta la Plaza de la República y subimos por unas escaleras que nos encontramos a mano izquierda del ayuntamiento. Desde aquí comienza un laberinto de calles estrechas, fachadas de piedra llenas de pequeñas ventanas y muchas pero que muchas escaleras, y es tenemos que ascender la colina donde está asentada Sibenik, donde lo mejor es dejarse llevar y perderse un poco por ellas.



Iglesia de San Lorenzo y Monasterio
  En nuestro camino de subida por las calles de Sibenik, algunas de ellas en las que no nos cruzamos ni un alma, llegamos hasta la iglesia de San Lorenzo. Durante el recorrido nos vamos encontrando fachadas que parecen palacios antiguos, en los que el tiempo se detuvo.
  Justo al lado de la puerta de la iglesia de San Lorenzo, que estaba abierta pero porque estaban dando misa, vemos una gruta donde se encuentra la figura de la Virgen de Lourdes, adornada con macetas y donde se le puede dejar una vela encendida.
 Un poco más arriba llegamos hasta los jardines del monasterio franciscano que en 2007 fueron abiertos al público después de ser reconstruidos. Este jardín estuvo abandonado por alrededor de 100 años, luciendo ahora con una gran cantidad de plantas medicinales, rosas, e incluso podemos tomarnos un café en una terraza de lo más coqueta.
  Continuamos subiendo escaleras porque nuestro objetivo es llegar hasta la Fortaleza de San Miguel, en lo más alto de Sibenik. Seguimos las indicaciones y aunque es una subida que ya se va notando en nuestras piernas, es muy amena porque todas las calles hacen que te pares un momento para admirarlas.

Fortaleza de San Miguel
 Una vez que llegamos a la entrada nos dan la opción de visitar únicamente la fortaleza de San Miguel, o bien, comprar un ticket conjunto que nos permite visitar esta fortaleza, además de la Fortaleza Barone. Como ya era un poco tarde para visitar las dos, y que según nos dijeron la Barone se encuentra a unos 20 min caminando, nos conformamos con ver solo la Fortaleza San Miguel. Las entradas se pueden pagar en efectivo o con tarjeta.

Horarios
Noviembre a
Febrero
10:00 - 16:00H
Marzo y
Octubre
10:00 - 18:00H
Abril, Mayo y
Septiembre
9:00 - 20:00H
Junio a
Agosto
9:00 - 22:00H

Precio
Adulto 60 Kn
(8 Euros)
Niños
(7 a 18 años)
40 Kn
(5,33 Euros)
Familiar
(2 Adultos + hijos
menores 18 años)
140Kn
(18,66 Euros)


 La fortaleza de San Miguel se encuentra coronando la zona más alta de la ciudad y desde ella se tiene una vista completa de la zona antigua de Sibenik, parte de la desembocadura del río Krka y la Costa del mar Adriático, por ello tuvo una gran importancia a nivel defensivo.
  En nuestra visita veremos trozos de la antigua muralla que baja la colina y un anfiteatro que han construido en su interior donde realizan conciertos y espectáculos.


 Eso sí, que con las escaleras que hay para subir hasta aquí hay que estar en forma para ver un concierto.
  Pero lo mejor de la visita a Sibenik es estar aquí observando las vistas, y ver como se va poniendo el sol mientras intentamos identificar bajo nuestro pies los edificios que hemos visitado en nuestro recorrido.

  Ya se nos estaba haciendo tarde y es que todavía teníamos que volver a nuestro coche, quedándonos aún una caminata, y hacer el check-in en nuestro alojamiento de esta noche, situado a unos tres kilómetros de Sibenik (toda la información en la organización del viaje de este diario). Mañana queremos madrugar, vamos a visitar el Parque Krka y queremos llegar a la hora de apertura. Pero eso lo contaremos en el próximo capítulo.




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