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Landmannalaugar


Publicado
02/10/2017

 Este día nos levantamos temprano, preparamos mochilas, la comida, chubasqueros….. y !ala! A las 8 h en punto estábamos montados todos en el coche. Antes de emprender el viaje llenamos el depósito de gasolina en la gasolinera de Selfoss porque cuando te vas acercando a Landmannalaugar, las gasolineras se van haciendo más escasas.
  Desde Selfoss a Landmannlaugar se tardan aproximadamente unas 3,30 h porque las carreteras estan sin asfaltar y hay que ir muy despacio. Este recorrido está prohibido hacerlo con vehículo normal, es necesario un 4x4.

  Cuando llevábamos unos 20min por la carretera n.1, tomamos la salida n.30 durante otros 30 min hasta que pudimos coger la carretera n. 32 en la cual estábamos pendientes de encontrarnos el indicador de la cascada Hjalparfoss. Para llegar hay un camino de tierra corto y en muy buen estado. Merece la pena porque no significa desviarse mucho de la ruta. Cuando llegamos sólo había una pareja que estaba montándose en su coche para irse, estábamos totalmente solos. No es una cascada espectacular pero me pareció preciosa, sobre todo por poder disfrutarla únicamente para nosotros. Hay incluso alguna mesa donde se puede tomar un tentempié.
 Después de este alto donde estiramos las piernas retomamos el camino volviendo a la carretera n.32, la cual seguiremos hasta encontrarnos con la carretera F208, la tomamos, y llegaremos al desvío de la F224 en la cual está el refugio, el camping y el centro de información. Las carreteras F son lo que comúnmente llamamos un camino de cabras, sin asfaltar y llena de baches.
  Antes de llegar al centro de información nos encontramos dos ríos que había que vadearlos, pero como no nos atrevimos dejamos el coche aparcado en una explanada donde había muchos más, supongo que de otros que tampoco se atrevieron, y atravesamos los ríos a pie mediante unas pasarelas de madera. La distancia al centro de información son de unos 500 metros.
 Llegamos al centro de información donde hay un panel con un mapa de la zona y las distintas rutas, ya en ventanilla si querías uno en papel era de pago, así que optamos por hacerle una foto al panel y le preguntamos a la chica que ruta nos recomendaba al ir con una niña. Nos recomendó la más popular de unos 5km que va pasando a través de la colada de lava de Laugahraun y de fumarolas, siendo un recorrido circular. Esta ruta se puede aumentar si se quiere subiendo al volcán Brennisteinsolda para ver las vistas, pero ya 5 kilometros nos parecía bastante para Laura.
  Pero antes de la caminata había que reponer fuerzas, así que nos sentamos en unas mesas al lado del centro de información, sacamos la comida y ¡a zampar!. Ya comidos empezamos la ruta.
Tomamos el camino que indica Laugavegur y a partir de ahí solo tenemos que ir siguiendo las estacas del color que marca la ruta en el mapa. Lo primero que nos encontramos es un chorro de agua caliente que va a parar al río que es el que calienta el agua de la poza donde, después de la ruta, te puedes bañar. Al menos a esa hora estaba a rebosar de intrépidos bañistas. Al lado del chorro empieza un camino escarpado y ascendente pero que se vuelve llano a los pocos metros.
   El camino va dando vueltas dentro del campo de lava Laugahraun.
  Después se suben unas cuestas y llegamos a una zona de fumarolas. Al final de las fumarolas es cuando se ve el volcan Brennisteinsalda y donde podemos optar a subir. Nosotros nos quedamos en este punto descansando un poco y mi marido subió solo para hacer algunas fotos.
   Ya que estábamos más descansados y mi marido estaba de vuelta, seguimos el camino que nos llevaría nuevamente al camping, en este tramo el sol hacia que las montañas adquirieran unos colores más intensos.
   El recorrido lo hicimos aproximadamente en 2,30h ya que íbamos muy tranquilos, haciendo fotos y al ritmo de una niña de años. Cuando llegamos a la poza no nos apetecía bañarnos, optamos mejor por tomarnos un café de nuestro termo en las mesas del camping disfrutando del ambiente. A esa hora ya estaba con bastantes campistas, todos unidos por el mismo motivo, conocer esta maravillosa isla.
   Hicimos el camino de vuelta sin contratiempos a Selfoss donde pasaríamos nuestra segunda noche. Para saber más sobre alojamientos aquí.