Ir al contenido principal

De Selfoss a Vik, día de cascadas y glaciares

Publicado
02/10/2017

 Este día lo íbamos a dedicar mayormente a ver cascadas, cada una diferente a la anterior, a cual más bonita en este paraíso de la naturaleza. Para hoy, el recorrido que teníamos previsto era de unos 150 km y teníamos todo el día para hacerlo.
  Salimos de Selfoss sobre las 9h de la mañana con toda la rutina hecha (preparar comida, mochilas, chubasqueros, maletas al maletero…) y con mapa en mano empezamos el recorrido por la carretera principal n.1


Gluggafoss
Tomamos la salida 261, que está bien indicada. Una vez cogemos esta carretera se van viendo a mano izquierda varias cascadas hasta que una señal a pocos kilómetros nos indica que hemos llegado a Gluggafoss. El acceso es amplio, con lugar para aparcar y sin asfaltar.
  Es una cascada muy bonita de varios saltos de agua. A su izquierda hay un camino por donde ascendimos, son unos pocos metros y tiene unas bonitas vistas.
  Como podéis ver en la foto no había mucha masificación de turistas…. jaja.
  Después de ver esta maravilla, en vez de deshacer el camino que nos ha llevado hasta aquí, tomamos la carretera 250 hasta la principal.


Seljalandsfoss
Esta cascada se encuentra en la salida 249, tiene zona de aparcamiento donde había unos wc portátiles y un puesto de comida donde servían sopa y bocadillos de salmón.
  Lo más característico de esta cascada es que se puede pasar por detrás, eso sí, nos pusimos los chubasqueros porque no había modo de pasar sin mojarse. Si vais con niños muy pequeños no lo recomiendo porque el camino es resbaladizo, un tanto oscuro que, mezclado con el estruendo del agua al caer, puede asustarlos un poco. Laura estaba un poco impresionada y una de las bajadas era de piedras mojadas y que resbalaban por lo que fue un momento de tensión.


Gljufuranfoss
Viendo Seljalandsfoss de frente, a mano izquierda sale un camino para ir a pie que lleva a esta cascada, o bien podíamos coger el coche e ir por carretera. Como sabíamos que estaba cerca y el día tenia muy buena temperatura, decidimos hacerlo caminando y tardaríamos unos 20min.
  La característica de esta cascada es que está dentro de un mini cañón al que se puede entrar y ver cómo cae el agua. El acceso no es muy complicado, hay un riachuelo y vas por encima de unas piedras, pero si resbalas y caes no hay problema porque no hay profundidad, lo máximo que te empapes..
   Esta catarata es impresionante, ver la fuerza del agua a pocos metros de tÍ, ponía la piel de gallina. A la salida también hay mesas y asientos por si quieres descansar un poco.
  Después de esta experiencia volvimos por el mismo camino hacia dónde habíamos dejado el coche y comimos unos macarrones que nos supieron a gloria antes de volvernos a incorporar a la carretera N.1.


Skogafoss
En la carretera n.1 nos encontramos el desvío a la cascada. Se nota que es muy popular porque aquí ya hay muchos más turistas. Hay un hotel y un camping, y pensamos que tiene que ser precioso levantarte y desayunar con estas vistas, quizás para la próxima..jaja.
  Es una cascada de un solo salto de 60 metros de alto, siendo una de las más grandes del país.
  Al lado derecho sale un camino bastante empinado desde donde ves la cascada desde arriba, pero fue mucho esfuerzo y la verdad que no nos impresionó mucho, nos gustó más desde abajo. 


Glaciar Myrdalsjokull
Siguiendo por la carretera principal y a unos 6 km nos desviamos por la 221 para ver la lengua del glaciar Myrdalsjokull, llamada Solheimajokull. Por esta carretera estuvimos unos 5km hasta el aparcamiento donde hay wc y mesas con asientos. Desde el aparcamiento se ve un camino bien delimitado mediante estacas hasta el glaciar, que son unos 10 min andando. El camino no tiene dificultad. El glaciar tiene un tono gris debido a la lava solidificada mezclada con el hielo haciendo formas caprichosas que parecen sacadas de otro planeta. 

Dyrholaey
Nuestro alojamiento para esta noche estaba muy cerca de los acantilados de Dyrholaey, por lo que antes de hacer el check-in nos acercamos para ver dichos acantilados ya que era temprano y así ya lo teníamos adelantado para el siguiente día.
  Por la carretera n.1 tomamos la salida 218, dejamos una pista de grava a la derecha y continuamos hasta el final donde hay un parking. Aquí hacía muchísimo viento y había niebla pero, nuestra sorpresa fue cuando ¡vimos nuestros primeros frailecillos!, a Laura le gustaron tanto que tuvimos que comprarle uno de peluche, la verdad es que eran una monada.
Aquí el paisaje y el cielo parece que confabularon para crear un ambiente sacada de una película en blanco y negro, con los famosos Trolls al fondo.
  Los Trolls son unas formaciones rocosas que cuenta la leyenda que son Trolls petrificados al salir de su cueva por los primeros rayos de sol.
  Después de esta maravillosa ruta nos dirigimos hasta el alojamiento de esta noche (para saber más sobre alojamientos aquí) a descansar para mañana.