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Visita a Comares, El Balcón de la Axarquía

Publicado
5/04/2021
 Hoy nos vamos a conocer Comares, un pequeño pueblo blanco, situado a unos 700 metros sobre el nivel del mar, perteneciente a la provincia de Málaga, y que presume por ser conocido como el "Balcón de la Axarquía". Este nombre lo recibe debido a las vistas que desde muchos de sus miradores se tienen a la comarca de la Axarquía, a la cual pertenece, y es que Comares, está llena de balcones que nos dan una panorámica completa de los alrededores.

  Este pequeño municipio andaluz de algo más de 1.500 habitantes, formado por laberínticas y blancas calles, nos va a llevar a viajar al pasado gracias a los restos de antiguos asentamientos árabes que aquí se conservan, y que iremos disfrutando a lo largo de nuestro recorrido.

  En cuanto llegamos a Comares, dirección al centro urbano, hay un momento en que nos encontramos una gran explanada con aparcamientos en el lateral derecho, donde es recomendable dejar nuestro vehículo, ya que a partir de aquí, en la mayoría de las calles de Comares no se puede transitar con el coche.

  Esta zona de acceso al pueblo ya nos parece preciosa. Se encuentra llena de arcos que dan a balcones de vistas infinitas, y una especie de muros o murallas, con algunos torreones que crean un ambiente de grandeza.


 Pero si algo destaca de esta entrada a Comares, es la llamada Puerta de Málaga, que era la principal entrada para acceder a la plaza de la villa. Según pone en una leyenda cerca de la puerta, fue aquí, en los muros de dicha puerta, donde tuvo lugar la entrega de Comares a las fuerzas cristianas.

 Tras pasar por la puerta más importante de Comares nos dirigimos al ayuntamiento, donde se encuentra la oficina de turismo, ubicada en la Plaza Balcón de la Axarquía. Solo abre de lunes a viernes, así que hoy sábado la encontramos cerrada, pero no es ningún problema ya que en la puerta, en una de sus paredes, se encuentra un gran mapa turístico con todos los puntos de interés que vamos a poder visitar.

 Pero por si esto fuera poco, además tenemos en el suelo huellas marcadas, que si las seguimos, nos van a llevar a hacer un recorrido por Comares pasando por todos los puntos de interés. Es decir, que la visita no tiene pérdida alguna.

 Justo al lado del ayuntamiento hay una gran terraza donde podemos observar el porqué se denomina a este pueblo el "Balcón de la Axarquía", y es que razón no les falta.

 Desde aquí, desde la puerta del ayuntamiento comenzamos a seguir las huellas que nos van a llevar a recorrer esta pequeña plaza, la del Balcón de la Axarquía, donde hoy sábado se encuentra muy animada, ya que hay algunos puestos de verduras y ropa, y la gente está al solecito en la terraza de algún bar.
  Desde esta plaza salen estrechas callejuelas donde vamos a ir disfrutando de bonitos rincones.

 Una de las calles más famosas de la villa es la Calle del Perdón, llamada así porque, después de la rendición de Comares, treinta familias moras que decidieron permanecer en la villa, fueron bautizadas en esta misma calle, y se le dio este nombre en recuerdo de aquel acontecimiento.

 Todas estas historias, como la de la Calle del Perdón y muchas más, se encuentran escritas a lo largo del pueblo en preciosos mosaicos. Una iniciativa que me encanta y que hace aún más interesante la visita.

 Nuestros pasos nos llevan hasta la Iglesia de la Encarnación, situada donde antiguamente se ubicaba la mezquita árabe. Esta iglesia que data del año 1505, destaca por su estilo mudéjar.
  Su interior no lo pudimos visitar ya que se encontraba cerrada al público.

  Llegamos hasta la Plaza de los Verdiales donde se encuentra el monumento en honor al Fiestero de Comares, una figura que representa el arraigo y la importancia que tiene para Comares la música y baile de los Verdiales.

 Esta plaza se encuentra en una de las zonas más alta del pueblo, por lo tanto, las vistas son espectaculares.

 Si algo abunda en Comares son sus arcos de ladrillos que nos encontramos repartidos en muchas de sus calles. Pero hay una de estas calles, la Calle de los Arcos, que no podemos dejar de visitar porque es una de las más bonitas de todo el pueblo.
  En esta calle se aprecia la gran influencia andalusí debido a los largos años que los árabes pasaron aquí.

 Así llegamos a la segunda puerta de entrada a la villa, la Puerta de Vélez-Málaga, donde hay otra zona de aparcamientos y donde vimos grupos de personas preparándose para realizar actividades de turismo activo. Aquí en Comares también existe la posibilidad de realizar escalada, vías ferratas e incluso disfrutar de una tirolina de 436 metros, la tirolina más grande de España en anclaje natural, y con más de 110 metros de altura.

 Ahora vamos a subir un poco más, hasta lo más alto de Comares, desde donde vamos teniendo una perspectiva muy bonita del pueblo desde arriba.

 Siguiendo las huellas subimos por el llamado Camino de la Aguada, camino que en la antigüedad recorrían las mujeres y hombres con los cántaros en busca de agua para abastecer al pueblo. Pero este camino no estaba como ahora luce, era un sendero de piedras que iban sorteando los aguadores para poder realizar esta actividad.

  Así llegamos hasta donde se asentaba el antiguo Castillo Baluarte La Tahona, del que ya pocos restos quedan.

  Ahora se trata de una zona totalmente rehabilitada, donde se alterna el color de las flores de los jardines con el blanco inmaculado de las paredes y arcos de estilo árabe, recordando siempre el pasado musulmán de Comares.
  Es una zona que invita a pasear o sentarse en alguno de sus bancos al solecito y disfrutar del entorno, y sobre todo, de las vistas.


  Desde lo más alto, donde ya se encuentra el cementerio, es desde donde se tiene la mejor panorámica del pueblo.

 En uno de los extremos de esta zona se encuentra una pequeña torre, poco de lo que se conserva de la antigua fortaleza de Comares.

  Como el cementerio se encuentra abierto, entramos buscando un antiguo aljibe que allí se localiza, y que antiguamente perteneció al recinto que ocupaba el Alcazaba, y que sirvió para la supervivencia de los defensores en caso de asedio.

 Aquí, en la zona donde se ubicaba antiguamente el castillo de Comares, damos por terminada nuestra visita a este pueblo que nos ha impresionado bastante. Su aire mudéjar, el color blanco de sus calles y sobre todo, sus vistas a las que le debe el apodo de "Balcón de la Axarquía", nos han enamorado.

  Si tenéis más tiempo y queréis disfrutar más de la zona, podéis aprovechar para realizar actividades de turismo activo, como escalada, la tirolina o alguna de sus vías ferratas. También es una zona donde se puede practicar el senderismo ya que existen varias rutas de diferente dificultad y longitud.

 También podéis aprovechar para probar alguno de sus platos típicos como las migas, la cazuela de patatas, el gazpachuelo, la sopa de tomate y pimiento, el "ajocolorao", el chivo y cordero.

  ¿Y tú?, ¿conoces ya este tesoro de la Axaquía malagueña?