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Gibraltar en un dia

Publicado
08/10/2017



 Gibraltar, ese pequeño trocito británico que tenemos en la península que bien merece una visita, donde podemos encontrar vistas impresionantes, cuevas y hasta una colonia de monos en libertad nada amigables. Es una visita a la que se le puede dedicar un solo día y a los niños les parece bastante entretenido.
  Para acceder tan solo es necesario el DNI en vigor que te pedirán cuando pasas el control. La moneda es la libra, y si vas a pagar en euros te hacen un redondeo muy al alza, por lo que sale más rentable pagar con tarjeta ya que la comisión es menor que el propio redondeo. 

Acceso al centro de Gibraltar


 Para acceder a Gibraltar no sabíamos si hacerlo andando dejando nuestro coche fuera de la frontera, en la localidad de la Línea, o una vez pasado el control dejarlo en el parking público, porque al ser mediados de Septiembre no sabíamos qué nos podíamos encontrar. Como vimos que no había mucha cola, aproximadamente 10 minutos, elegimos la segunda opción. El parking no está bien indicado, se encuentra a mano derecha en cuanto pasas el supermercado Erosky a la altura del semáforo, y es gratuito.
  Desde aquí nos encontramos con la peculiaridad de que tenemos que atravesar las pistas del pequeño aeropuerto gibraltareño para ir al centro, considerado como uno de los más peligrosos del mundo, que se encuentra a 500 escasos metros del casco urbano.


  También se puede llegar al centro mediante el bus público, pero como hacía muy buena temperatura teníamos ganas de pasear.

Main Street




  Es la calle principal de Gibraltar, peatonal y llena de tiendas sobre todo de tabaco, chocolates, electrónica y licores. Accedimos a ella a través de la denominada Casemate’s Square, una plaza que al ser sábado estaba bastante animada, llena de personas en las terrazas de los restaurantes y de turistas paseando. Al comienzo de Main Street nos hicimos la foto con las típicas cabinas de teléfono inglesas.

Acceso a la Reserva Natural del Peñón

 Para subir al peñón habíamos estudiado la posibilidad de hacerlo en teleférico o en autobús turístico, pero los blogs que consulté desaconsejaban el bus porque estas sujeto a un horario y tienes menos libertad, así que nos dirigimos camino al teleférico. El precio son 14 libras p/adulto y 8 libras por mi niña de 6 años. A esto hay que añadirle los 10 libras p/p de las entradas a las distintas atracciones turísticas.
  Cuando íbamos caminando por Main Street, a la altura de la plaza de la catedral, había varios taxistas ofreciendo sus servicios, nos ofrecieron llevarnos en un taxi/bus de 9 plazas a cada lugar de interés por 30 eur p/adulto con las entradas incluidas (Niños gratis), y tras hacer las cuentas, valorar que Laura se podía cansar durante las visitas, y que había desembarcado un crucero y la cola en el teleférico podía ser eterna, ¡aceptamos!. No nos arrepentimos de la decisión, en ningún momento nos pusieron límite de tiempo en las visitas, y así mi niña las disfruto mucho sin cansarse. 

Y al horizonte, África




  La primera parada tras subir en el taxi/bus por unas cuestas de vértigo con unas vistas espectaculares, fue en un bonito mirador del peñón, donde pudimos divisar la costa africana y la punta de Europa. Como el día estaba totalmente despejado le aportaba mayor encanto a esta bonita postal. 

Cuevas de San Miguel

 Están situadas en la parte alta de la Reserva Natural del Peñón. Lo más destacable es la sala de la Catedral, llamada así porque las formaciones calizas de sus paredes recuerdan a los tubos de los órganos de una catedral, además se encuentra ambientada por música y una combinación de luces de colores que la hace más particular.


  En la Segunda Guerra Mundial fue usada como hospital.
  La visita no demora mucho ya que es una cueva más bien pequeñita, tardamos 15 min viéndola muy tranquilamente y parándonos para hacer fotos. Para los que vais con carrito de niños pequeños avisaros que tiene muchas escaleras durante el recorrido, por lo que es mejor que lo dejéis fuera. 

La guarida de los monos


 Se encuentra justo en la mitad de la cima de la Reserva Natural del Peñón y tienen la particularidad que son los únicos primates que viven en libertad en Europa. Un consejo que nos dió el guía, además que veréis carteles por todos lados, es que no llevéis nada de comida ¡ porque os la quitan!, además que no de muy buenos modos, y si te niegas a dársela te expones a un mordisco, son poco amigables y con el tema de la comida incluso violentos. Vimos como uno de los monos le metía la mano en el bolsillo a un hombre buscando algo para comer.
  La guarida no es algo físico como una casa o cueva donde ellos están, se le llama así a la zona donde ellos hacen vida. 

Castillo de los Moros


 Es la edificación más antigua de Gibraltar conservándose únicamente la Torre Homenaje que data del siglo XI. Esta coronada con la bandera gibraltareña y desde la zona más alta tiene unas preciosas vistas de la ciudad.

Túneles del Gran Asedio

  Los túneles fueron excavados a mano durante el Gran Asedio entre 1779-1783. Se hicieron para defender Gibraltar de las tropas españolas y francesas que querían recuperar el peñón a los británicos. Recorriendo éstos túneles podemos rememorar aquella época mediante las exposición de numerosas piezas. Es una visita bastante interesante.

  Aquí ya dimos por acabada la visita de la Gran Reserva del Peñón, el taxi nos dejo en el punto de partida y como era pronto seguimos paseando un poco por Maint Street, haciendo algunas fotos de lo que nos encontrábamos a nuestro paso.
 Sobre las 18 h emprendimos el camino de vuelta. 


Convent place


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