Ir al contenido principal

Rastoke, el pueblo entre cascadas


Publicado
13/05/2019


  Rastoke, o como lo veremos en los carteles de la carretera que nos anuncian su llegada Slunj Rastoke (Slunj es el municipio al que pertenece), es un pequeño municipio croata situado muy cerca del Parque Nacional de los Lagos Plitvice, a unos 30 km. La peculiaridad de este pequeño pueblo de Croacia es que se encuentra ubicado entre numerosas cascadas que se forman por la unión de los ríos Slunjcica y Korona, formando unos paisajes que se asemejan al de un cuento de hadas.
 Desde Varazdin tardamos unas dos horas en llegar usando la autopista, y sobre las 19h estábamos entrando al encantador pueblo de Rastoke.

  Tomamos la primera entrada y, a mano derecha, lo primero que nos encontramos es una zona de mesas y bancos de madera donde poder hacer un picnic. Aquí ya están los primeros aparcamientos (de pago), que por la hora estaban vacíos. Es conveniente llevar dinero suelto porque por lo que vimos solo funcionan con monedas.

  El estruendo del agua era tal que paramos el coche para bajarnos, no aguantábamos más la curiosidad, ¡teníamos que asomarnos ya¡. Aquí fue donde nos encontramos con la primera estampa del pueblo y desde donde se tiene la mejor panorámica de todo el entorno. Os avisamos que las fotos no hacen justicia a lo bonito que es el lugar, por algo es conocida como la "Pequeña Plitvice"
 Nos quedamos un rato embelesados observando el lugar, sin mediar palabra y haciendo miles de fotos.

  Si aparcáis en esta zona de picnic, a pocos pasos hay un puente de madera por donde se accede al pueblo. Si veis que está lleno, podéis seguir por la carretera principal que os llevará a otras dos zonas de aparcamiento y desde donde también se tiene fácil acceso a Rastoke. En cada zona de aparcamiento nos encontramos un mapa turístico donde se nos muestran los puntos a visitar. Desde la entrada 2 se accede a una caseta de información turística que se encontraba cerrada por la hora. Os mostramos el mapa que nosotros llevábamos
  Como todos los aparcamientos estaban vacíos porque ya estaba anocheciendo y teníamos donde elegir, terminamos aparcando cerca de la tercera entrada al pueblo, y desde allí nos dirigimos a visitar las calles de Rastoke.

 El pueblo en sí no es muy grande, además nos encontramos muchos de los accesos cerrados por pertenecer a propiedad privada o bien porque solo los abren en un horario específico para visitas turísticas. De todas formas disfrutamos nuestra visita viendo como las cascadas pasaban entre las casas y como los caminos se convierten en pasarelas que unen las casas.

  Se ve que Rastoke es un pueblo bastante turístico, muchas de las casas de madera son alojamientos vacacionales o bonitos restaurantes en rincones de lo más románticos.
 Lo más característico de Rastoke, además de sus cascadas, lagos y riachuelos, es la existencia de molinos de más de 300 años de antigüedad que usaban la fuerza del agua para moler granos de cereales. Algunos de ellos lo podemos ver a lo largo del recorrido.

  Durante la guerra de los Balcanes el municipio de Slunj fue bastante dañado por los bombardeos e incendios, llevándose posteriormente una importante labor de restauración de toda la zona. Hoy día luce espectacular y una visita que recomendamos totalmente.
  Ya se había hecho de noche así que nos pusimos en camino a nuestro alojamiento de esta noche (toda la info en organización del viaje) a solo unos 5 km de los Lagos Plitvice, visita que realizaríamos al día siguiente.
  A descansar que mañana nos espera uno de los días más esperados del viaje.




Siguiente Día