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Qué ver en Nantes en un Día

Publicado
03/02/2023
 Nantes es la cuidad que nos ha servido tanto de entrada como de salida para realizar nuestra ruta por el Valle del Loira en autocaravana. Elegimos la ciudad de Nantes por su cercanía a esta zona francesa, y porque desde Málaga operan compañías de bajo coste como Vueling.

 En un principio no estaba en nuestros planes visitar Nantes, queríamos centrarnos más en los pueblos del Valle del Loira, pero por el horario de los vuelos finalmente decidimos pasar un día completo en Nantes y conocer esta ciudad, una de las más innovadoras de toda Francia, y de lo cual nos alegramos bastante.

 Nantes es una ciudad situada en el estuario del Loira y a tan solo 55 km del océano, por lo que, durante muchos años, ha sido una ciudad bastante importante gracias al comercio, incluso llegó a ser capital histórica de Bretaña. En la actualidad es una ciudad moderna, innovadora y con un gran programa cultural que atrae a muchos viajeros.

 Si tienes tan poco tiempo como nosotros para conocer Nantes, te vamos a contar qué es lo más imprescindible de esta ciudad, lo que no te puedes perder si dispones de un día para conocerla. El recorrido lo hicimos totalmente a pie. Dejamos nuestra autocaravana de alquiler y nos mudamos a un hotel bastante céntrico del que os hablaremos más adelante.

 Aunque no se disponga de mapa, es fácil encontrar todos los puntos emblemáticos de la ciudad, ya que caminando por Nantes, veremos una línea verde en el suelo, que si la seguimos, nos lleva por un recorrido al aire libre por los puntos más interesantes de este lugar.



Castillo Duques de Bretaña
 Quizás el edificio de mayor importancia de todo Nantes y el primero que visitamos debido a lo cercano que se encuentra de nuestro alojamiento es el Castillo de los Duques de Bretaña, un edificio emblemático de la ciudad, construido a finales del siglo XV por Francisco II y su hija Ana de Bretaña.

 Este castillo alberga en su interior el Museo de Historia de Nantes en el que se exhiben más de 1150 objetos repartidos en 32 salas, que nos van a llevar a hacer un viaje a lo largo de la historia de la ciudad, desde sus orígenes hasta el día de hoy. Para ver este museo hay que abonar la entrada (8€ mayores de 18 años).

 Pero si tienes poco tiempo como nosotros y solo quieres ver el castillo, es posible visitar sus murallas y patio interior de forma gratuita, lo cual aconsejamos totalmente. Desde el patio interior tenemos una asombrosa vista del imponente edificio, incluso hay alguna mesa de madera donde poder hacer un picnic o descansar con estas hermosas vistas de fondo.
 Y recorrer las murallas nos da otra perspectiva del edificio y podemos ver las vistas que desde el castillo se tienen al foso y a la ciudad de Nantes.
 En ver el el patio interior y recorrer las murallas no tardamos más de media hora, y es una visita muy recomendable.

Torre LU
 Justo frente del Castillo de los Duques de Bretaña se encuentra una torre con una estética muy original y que es visible desde las murallas del castillo. Se trata de la llamada Torre LU, una gran torre maciza que formaba parte de la entrada donde antiguamente se ubicaba la gran fábrica de galletas LU.
 Aunque la fábrica originalmente contaba con dos torres, ha sido una la que ha sobrevivido a los bombardeos de 1943 y al paso del tiempo, y hoy día alberga un centro de arte con múltiples actividades.

Plaza de Bouffay
 A unos metros caminando nos encontramos con la animada plaza de Bouffay, que a esta hora de la mañana ya se encuentra llena de mesas de bares y restaurantes con muchos turistas tomado el aperitivo.
 Esta fue una plaza de una gran importancia durante la Edad Media, ya que fue centro de instituciones municipales y judiciales. Hoy día es una plaza peatonal de elegantes edificios que se mezclan con los restaurantes que aquí se encuentran, siendo un punto de encuentro de estudiantes y turistas que visitan Nantes.

 Llama la atención en el centro de la plaza una escultura de bronce, Éloge du pas de côté, que representa a un hombre con traje con un pie sobre el pedestal y el otro en el aire, como si estuviera dando un paso lateral.

Iglesia de Sainte-Croix
 Llegamos a la primera iglesia de nuestro recorrido por Nantes, la de Sainte-Croix, que por suerte encontramos abierta. En su interior destaca el altar mayor de mármol blanco y retablo de madera dorada obra del escultor Thomas Louis, además de sus vidrieras.
 También llama la atención el púlpito de caoba maciza y su barandilla de hierro forjado que está catalogado como monumento histórico.

Calle Kervégan
 Siguiendo la línea verde que nos lleva a recorrer los puntos más característicos de Nantes, llegamos a la calle Kervégan, una de las calles más pintorescas de la ciudad, ya que aquí se encuentra uno de los conjuntos arquitectónicos más bellos de Europa.
 En esta calle encontramos varios edificios clasificados como monumentos históricos, que contrastan con el aire modernista que vemos en otros rincones de Nantes.

Pasaje Pommeraye
 En unos pocos minutos caminando desde calle Kérvegan llegamos a uno de los rincones que más nos han gustado e impresionado de Nantes, uno de esos lugares en los que viajas en el tiempo, un rincón que más parece sacado de una película. Se trata del bello Pasaje Pommeraye.
 Este pasaje, clasificado como monumento histórico en 1976, fue inaugurado en 1843. En este lugar se ubicaba un barrio de bastante mala fama, el cual se transformó en un pasaje de lujosas tiendas y exuberante decoración, siendo hoy día uno de los pasajes cubiertos más bellos de Europa.
 Si eres fan como nosotros de todo lo que envuelve al mundo de Harry Potter no te pierdas la tienda que hay en este pasaje dedicada a este pequeño mago. 

La Cigale
 Nuestra intención era almorzar en el restaurante la Cigale, uno de los más famosos de Nantes, pero cuando llegamos nos encontramos que está completo y hay una importante cola en lista de espera, así que desistimos.

 La Cigale es un restaurante abierto en Nantes desde 1895 que destaca por su impresionante decoración Art Noveau, considerado uno de los restaurantes más bonitos de toda Francia. Aquí han comido numerosos artistas y personajes importantes, incluso a servido de escenario para alguna película.
 Si como nosotros no encontráis lugar para comer o tomar un café o prefieres un lugar más económico, no dejes de acceder a su interior al menos para verlo porque es toda una obra de arte.

Isla de las Máquinas (les Machines de L'Île)
 Camino a la Isla de las Máquinas disfrutamos de algunos edificios donde está presente el arte contemporáneo como este metro gigante.
  Esto es el principio de un proyecto, llamado L'Estuaire, donde artistas contemporáneos locales e internacionales han creado obras a lo largo de 60 km del estuario del Loira, creando un museo al aire libre. Para la próxima vez, tenemos que alquilar unas bicis para disfrutar de algunas de estas obras de arte tan originales.

 Ahora sí llegamos al lugar de Nantes que posiblemente más gusta a los niños, la Isla de las Máquinas, un proyecto artístico nacido de la imaginación de François Delaroziere y Pierre Orefice. Aquí encontraremos un lugar que nos recordará a las historias de Julio Verne, los inventos de Leonardo da Vinci, mezclado con la historia industrial de Nantes.

 La Isla de las Máquinas se construyó donde se ubicaban los antiguos almacenes de los astilleros de Nantes, donde hoy día viven máquinas gigantes que cobran vida. Este proyecto fue galardonado con el premio de la Exposición Internacional de Turismo 2007. La visita a la isla es gratuita, pero para disfrutar de cada una de las atracciones tendremos que pagar un ticket Aquí en la Isla de las Máquinas hay cuatro atracciones que tenemos que visitar.

El Gran Elefante
 Una de las atracciones más queridas por los niños en la Isla de las Máquinas es el gran elefante, de 12 m de altura y 48,4 toneladas de peso, construido en acero y madera, que es capaz de transportar en su lomo hasta 50 pasajeros, que pueden realizar un viaje de lo más original. A los lomos de este Gran Elefante se puede ver todo el engranaje interno que permite su movimiento.
 Es todo un espectáculo ver este elefante en movimiento andando por los antiguos astilleros, pero lo que más divierte a los niños, sobre todo en días de calor, es ponerse delante de esta gran máquina, porque de vez en cuando echa agua por su trompa mojando a los asistentes.
 Ver caminar a este elefante por la isla es gratuito, pero pasear sobre su lomo tiene un precio de 9,50€ adultos y 7,50€ niños de 4-17 años.

La Galería de las Máquinas
 Se trata de un pasaje donde visitaremos el lugar donde se prueban las máquinas que se fabrican en el taller de la compañía La Machine. A lo largo del recorrido veremos varias máquinas en funcionamiento, donde un responsable va explicando la historia y el mecanismo de cada creación, pero el problema es que las explicaciones únicamente son en francés, y nosotros de francés entendemos más bien poco.
 Aquí llama la atención una gran Garza de 8m, una araña gigante, algún colibrí entre otros muchos. El problema es que para ver cada máquina en funcionamiento hay que esperar a la explicación del operario que dura unos 10-15 min con el añadido que no entendemos nada de francés, por lo que mi hija Laura terminó desesperándose, y la mitad de estos animales mecánicos no lo vimos cobrando vida. Por lo tanto la experiencia nos resultó un poco cara y muy lenta para los que no entendemos el idioma. (Precio 9,50€ general, 7,50€ niños de 4-17 años).

 Además de la galería donde se prueban las máquinas, pasaremos por el taller donde se crean y van tomando forma. Aquí trabajan los constructores rodeados de madera y acero, creando criaturas fantásticas.

El Carrusel
 Otra de las atracciones disponible en la Isla de las Máquinas es el gran carrusel dedicado a los mundos marinos. Este carrusel de 25 m de altura, y 22 m de diámetro está lleno de criaturas marinas, donde podrán disfrutar tanto niños como adultos.
 Este carrusel está dividido en tres pisos; el primero dedicado al fondo submarino, el segundo nivel, dedicado al abismo, y el tercer piso dedicado a la superficie del mar. El problema es que desde el exterior no se aprecian las figuras, por lo que si quieres ver bien este carrusel tan original, toca pagar la entrada.
 Precio 9€ pase general 7,10€ niños de 4-17 años.

El Árbol de las Garzas
 La última atracción que visitamos dentro de la Isla de las Máquinas es el Árbol de las Garzas (Arbe Aux Hérons) o más bien, una de las ramas que va a formar el Árbol de las Garzas, ya que es un proyecto que se pretende abrir al público en 2027.

 En este momento solo pudimos pasear por una única rama de 20 m de largo y 20 toneladas de peso que formará este gran árbol. Su nombre se debe a que cuando esté acabado, en la cima de este árbol vivirá una pareja de garzas. El visitar el Árbol de las Garzas está incluido en el pase que compramos para acceder a la Galería de las Máquinas.
 Aquí damos por terminada nuestra visita a la Isla de las Máquinas, pero para seguir conociendo Nantes, necesitamos mitigar un poco el calor, por lo que probamos los famosos helados de la Fraiseraie que venden en un puesto cercano al carrusel.
 Ahora nos toca una buena caminata, de unos 2.5 km, hasta nuestro hotel donde pasaremos a descansar un poco para luego volver a salir y seguir descubriendo más rincones de Nantes. Hay que aprovechar que en verano los días son mucho más largos.

Jardín des Plantes
 Ya descansados y después de habernos refrescado con una buena ducha, nos dirigimos a uno de los jardines más originales que hemos visitado, el Jardín des Plantes, situado a unos 500 m de nuestro hotel. Este jardín se encuentra en el corazón de Nantes y ocupa unas 7 hectáreas de vegetación, siendo uno de los jardines más importantes de Francia.
 El Jardín de las plantas, como se le conoce en español, es un remanso de paz fuera del tumulto de Nantes, donde se puede disfrutar de tranquilos paseos, figuras de lo más originales muy acordes con el aire modernista de Nantes, y de un gran número de especies florales siendo unas 50.000 flores plantadas cada temporada.
 Durante el paseo vimos a muchas personas caminando con maletas, y es porque este jardín se encuentra bastante cerca de la estación de tren, y muchos hacen tiempo hasta su viaje en este bonito entorno. Lo mejor es pasear sin rumbo fijo, dejándonos impresionar por todos los detalles que encontramos a nuestro paso. La entrada al Jardín de las Plantas es gratuito.

La Catedral
 La catedral de Nantes, aunque se inició en el siglo XV, su construcción se alargó durante varios siglos. Parte de esta catedral fue destruida durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, y en julio de 2020 sufrió un gran incendio por lo que actualmente no se puede visitar porque se encuentra en restauración.
 En este incendio se destruyó el gran órgano, desaparecieron algunas pinturas y hubo daños interiores que se están intentando reparar. Esperamos que pronto se pueda disfrutar nuevamente de este importante monumento.

Dónde dormir en Nantes
 En Nantes hay una gran oferta de alojamientos para todos los gustos y todos los bolsillos. Pero nosotros os vamos a hablar del que elegimos que nos pareció bastante correcto, ubicado a pocos metros del Castillo de los Duques de Bretaña.
 Nuestro alojamiento se trata del Apartahotel Adagio Nantes Centre, con habitaciones bastante amplias, con una pequeña cocina, y a unos 500 m de la estación de tren de Nantes.

 Lo que hay que tener en cuenta si viajas en vehículo propio es que la mayoría del centro de Nantes es peatonal y su acceso esta muy limitado, por lo que es aconsejable buscar alojamiento con parking cercano.

Dónde comer
 Cerca de nuestro alojamiento, por la noche salimos a pasear por las calles peatonales del centro y nos encontramos con muchísimo ambiente, sobre todo de gente joven. La mayoría de lugares estaban llenos y las terrazas a rebosar. Un lugar que nos recomendaron y nos encantó es la crepería Au Vieux Quimper donde comimos de maravilla. Otro lugar para comer buenos crepes salados y dulces es La Cantine du Curé.

Nante Pass
 Para visitar Nantes es posible adquirir una tarjeta, la llamada Nantes Pass, en la que nos incluye la entrada a más de 30 museos y atracciones turísticas de la ciudad entre los que estan el Museo de Bellas Artes, Museo de Julio Verne, el de Historia Natural... además de transporte público ilimitado. Existe la posibilidad de comprar tarjetas válidas por 24h, 48h, 72h ó 7 días. Os dejamos el enlace con toda la información de la Nantes Pass.


 Aquí damos por terminada nuestra visita de un día a Nantes, una ciudad que nos ha sorprendido y de la que nos quedamos con ganas de dedicarle más tiempo para visitar alguno de sus museos, como el de Julio Verne, el Planetario, o el colorido barrio Trentemoult a unos pocos minutos en ferry desde Nantes. Nantes ha sido nuestra última visita en un recorrido que hemos realizado por el Valle del Loira que tenéis disponible en el blog.



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