Publicado
10/09/2024
10/09/2024
Despué de visitar el bonito pueblo de Beilstein, tomamos nuevamente carreteras alemanas para llegar a Bremm para ver el meandro que aquí forma el río Mosela. El curso del río, justo en esta zona, realiza una curva de casi 360º creando una imagen de postal.
Tardamos en llegar a Bremm unos 30 minutos. Una vez en el pueblo comenzamos a cruzar sus calles llenas de casitas con tejados de pizarra hasta que llegamos a la iglesia de San Laurentius, en la parte alta de Bremm. En este lugar hay algunas plazas de aparcamiento para dejar el coche de forma gratuita, y desde aquí sale un pequeño sendero que nos va a llevar a una especie de mirador para ver las vistas del meandro.
Tardamos en llegar a Bremm unos 30 minutos. Una vez en el pueblo comenzamos a cruzar sus calles llenas de casitas con tejados de pizarra hasta que llegamos a la iglesia de San Laurentius, en la parte alta de Bremm. En este lugar hay algunas plazas de aparcamiento para dejar el coche de forma gratuita, y desde aquí sale un pequeño sendero que nos va a llevar a una especie de mirador para ver las vistas del meandro.
El camino está rodeado de viñedos, que según vemos en las indicaciones, pertenecen a los vinos Calmont, incluso hay carteles que te anuncian que si subes un buen tramo, puedes tomarte un vino con las maravillosas vistas del meandro de fondo. Nosotros no vamos a comprobarlo.
El sendero al comienzo es fácil y con una subida leve que no supone mucho esfuerzo. A los pocos metros nos encontramos una explanada con bancos de madera desde donde se aprecia bastante bien ya el meandro del río Mosela.
Si quieres obtener mejor panorámica, hay unas escaleras de piedra desde donde sacas mejores fotos de la zona. Muchos lo comparan con Horseshoe Bend en la Costa Oeste. Desde aquí también se tiene una panorámica muy bonita del pueblo de Bremm en el margen del río.
Nosotros nos conformamos con estas vistas, pero el camino continúa en ascenso, pero cada vez se hace más escapado y complicado. Así que como aún queremos hacer una parada en el pueblo de Zell, damos por terminada la visita que nos ha llevado unos 30 minutos.
Desde Bremm a Zell se tardan apenas unos 15 minutos en llegar. Aquí aparcamos en la vía principal que va paralelo al río, en zona azul que cuesta 0.60€/h. Desde aquí, tras caminar unos pocos metros, estamos en el centro de Zell.
Zell no nos impresiona tanto como los pueblos anteriores que hemos visitado en nuestro recorrido por el Valle del Mosela como Cochem, Beilstein o Bernkastel-Kues. Este pueblo es más sencillo, pero es muy visitado ya que es muy famoso por su vino Zeller Schwarzekatz que traducido al español significa "gato negro".
Por lo que vemos cuando paseamos por su calle principal es que por cada esquina hacen honor a la figura de este animal, ya que veremos gatos negros en fachadas, escaparates y sus fuentes. Un ejemplo de ello es en la fuente Zeller Schwarze-Katz-Brunnen situada en la plaza central de Zell.
Desde Bremm a Zell se tardan apenas unos 15 minutos en llegar. Aquí aparcamos en la vía principal que va paralelo al río, en zona azul que cuesta 0.60€/h. Desde aquí, tras caminar unos pocos metros, estamos en el centro de Zell.
Zell no nos impresiona tanto como los pueblos anteriores que hemos visitado en nuestro recorrido por el Valle del Mosela como Cochem, Beilstein o Bernkastel-Kues. Este pueblo es más sencillo, pero es muy visitado ya que es muy famoso por su vino Zeller Schwarzekatz que traducido al español significa "gato negro".
Por lo que vemos cuando paseamos por su calle principal es que por cada esquina hacen honor a la figura de este animal, ya que veremos gatos negros en fachadas, escaparates y sus fuentes. Un ejemplo de ello es en la fuente Zeller Schwarze-Katz-Brunnen situada en la plaza central de Zell.
Justo detrás de la fuente se ubica la oficina de información turística, que como son más de las 17h, ya encontramos cerrada.
Nuestra visita a Zell consiste en pasear por la calle principal entrando a las diferentes tiendas de vinos, buscando algunos para llevarnos a casa. En muchas de ellas te ofrecen degustaciones para que pruebes sus productos.
Compramos algunas botellas y de lo mas contentos nos fuimos nuestro alojamiento. Así termina nuestra ruta por el Valle del Mosela, un recorrido con pueblos encantadores, rodeados de viñedos, y donde hemos vivido unos días de lo más tranquilos a pesar de ser pleno julio. Nuestra intención es volver en Navidad para ver sus mercados navideños...Esperamos que sea más pronto que tarde.
Compramos algunas botellas y de lo mas contentos nos fuimos nuestro alojamiento. Así termina nuestra ruta por el Valle del Mosela, un recorrido con pueblos encantadores, rodeados de viñedos, y donde hemos vivido unos días de lo más tranquilos a pesar de ser pleno julio. Nuestra intención es volver en Navidad para ver sus mercados navideños...Esperamos que sea más pronto que tarde.