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Kassel, Región de Blancanieves y Marburg

Publicado
29/09/2019
 Amanecemos en nuestro camping de Kassel, que como os dijimos en el capítulo de ayer, se encuentra a 11 kilómetros del parque Bergpark Wilhelmshöe, una de las visitas que tenemos programadas para hoy.

  Bergpark Wilhelmshöe es un inmenso parque natural, siendo el más grande ubicado en la ladera de una montaña de Europa, y el segundo en el mundo. Este parque fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y en él se encuentra el símbolo de Kassel, la estatua de Hércules.

  Cuando hemos comprobado la página web del parque, hemos leído que toda la zona de la estatua de Hércules se encuentra en obras, y el acceso a la plataforma de la misma para ver las vistas está cerrada al público. Además, el resto de atracciones que tiene el parque como el castillo de Wilhelmshöe, el castillo Löwenburg o el invernadero están cerrados hoy lunes.

  Tendremos que conformarnos con ver las vistas del parque desde la zona cercana a Hércules. Para ello decidimos ir hasta el parking situado cerca de la estatua, dejar allí la autocaravana y ver desde aquí las vistas.

  Seguimos las indicaciones Bergpark-Wlishelmshoe hasta que nos encontramos las que nos llevan a Hércules. Así llegamos a un gran parking donde también hay un centro de visitantes, donde además de información turística, venden las entradas a la plataforma de observación, pero este centro de visitantes también está cerrado.

 Ya nos estábamos planteando de si había sido buena idea venir hasta aquí, ¿merecería la pena si no hay nada en funcionamiento?

  Desde el parking caminamos unos 200 metros siguiendo las indicaciones de los encargados de la obra hasta que llegamos a la base de Hércules, y desde donde podremos tener unas bonitas vistas de Kessel. Y ya podemos responder a la anterior pregunta, sí que merece la pena venir hasta aquí para ver las visitas y la grandiosidad de este parque, pero claro, si lo hacéis coincidir con otro día que no sea lunes, mucho mejor.

  El monumento a Hércules tiene una altura de 530 metros y es el monumento más importante de la ciudad de Kassel. Según leímos, el edificio era un símbolo del triunfo del arte sobre la naturaleza y la omnipotencia del poder creativo del hombre.

 En la foto veis algunas grutas y como unos caminos que van descendiendo por la ladera, y es que aquí se producen los llamados "juegos del agua". Este espectáculo consiste en que 800.000 litros de agua van bajando por la estas estructuras por toda la ladera hasta llegar a la gran fuente donde se produce un géiser artificial de 52 metros de altura.
  Los juegos del agua son muy famosos en Kassel y tienen lugar los miércoles y domingos a las 14.30h, y en el verano (de junio a septiembre) también podemos disfrutarlos todos los primeros sábados del mes en el espectáculo del agua nocturno. Toda la información en la web www.museum-Kassel.de.
Desde la zona de Hércules bajamos un poco dirección a la fuente principal para tener otra perspectiva del parque, pero siempre con recelo porque sabemos que luego tenemos que subir, y parece que no, pero resulta una subida durilla, sobre todo si vais con niños.



  Si visitáis este parque un día que no sea lunes para que esté todo en funcionamiento, os recomendamos que no subáis con el coche hasta el parking de Hércules. Lo mejor es dirigirnos al parking Wilhelmshohe n.2 desde donde salen autobuses lanzadera que te suben hasta la base de Hércules, y desde allí ir bajando disfrutando del paisaje, atravesando jardines, hasta llegar nuevamente al vehículo.
Después de disfrutar de las vistas, y como no podemos visitar nada porque al ser lunes está todo cerrado, volvemos a nuestra autocaravana para ir a nuestro siguiente destino, Bergfreiheit, el pueblo de Blancanieves.

  Si deseáis pasar más tiempo en Kassel, también podéis realizar la visita al Museo de los Hermanos Grimm donde podéis ver una exposición de cuentos originales, cartas y escritos de los hermanos más famosos de Alemania.

Bergfreiheit, Región de Blancanieves

 Desde Kassel hasta este pequeño pueblo hogar de Blancanieves hay unos 48 km. Se nos hacen un poco largos porque parte del trayecto es ir ascendiendo montaña arriba.

  Una vez que llegamos a Bergfreiheit vemos que el pueblo es muy pequeñito y coqueto, y siguiendo la carretera, a mano derecha, nos encontramos las figuras de Blancanieves acompañada con los 7 enanitos. Esta no es una zona muy turística, no vemos mucha gente por aquí y el lugar es de lo más tranquilo.

 Investigando el lugar, a pocos pasos vemos un pequeño estanque que nos parece de lo más romántico y coqueto. Un lugar ideal para descansar, hacer un picnic, o simplemente relajarte.

 Desde aquí, unos 40 kilómetros nos separan de nuestra próxima parada, Marburg, que va a ser el broche final de nuestra Ruta de los Cuentos de Hadas.

Visita a Marburg

 Se trata de una ciudad coronada por un gran castillo en lo más alto de una colina, y un casco histórico donde vamos a recorrer empinadas callejuelas, ver bonitas iglesias y casas con unas imponentes fachadas restauradas que conservan todo el encanto. Eso sí, tendremos que subir cuestas y escaleras, así que nos ponemos calzado cómodo y empezamos a recorrer la ciudad de Marburg.

  Para aparcar la autocaravana lo tenemos un poco difícil ya que todos los huecos son del tamaño de un turismo. Después de no pocas vueltas, aparcamos en calle Uferstrsse, muy cerca de la oficina de turismo, zona azul (1.20€/h) y donde nos encontramos zonas más amplias.
  En la oficina de turismo nos dieron la dirección de la zona para estacionar autocaravanas pero está bastante alejada del centro, en Affotlerstrasse 102. Desde aquí hay que tomar un bus para llegar al centro

 Lo primero que hacemos es dirigirnos hasta la oficina de turismo que se encuentra en el campus universitario (Biegenstrasse,15). Allí nos dan un mapa y folletos en español, y si vais con niños, solicitar la ruta de los cuentos, aunque solo la tienen en alemán.

  Esta ruta para los niños está dedicada a los hermanos Grimm, ya que fue aquí en Marburg, donde estos escritores estudiaron Derecho, porque no sé si lo sabéis, pero Marburg es una importante ciudad universitaria. En la ruta vamos pasando por los lugares de mayor interés de Marburg, y por 15 puntos donde encontraremos objetos referentes a los cuentos. Es muy divertido y entretenido para los niños visitar la ciudad pendientes a ver quién encuentra antes el objeto y adivina de que cuento se trata. Entre ellos está la cesta de Caperucita Roja, el espejo de Blancanieves, el lobo y los 7 cabritillos o la casa de chocolate de Hansel y Gretel.

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 Pero estamos en la zona más moderna de Marburg y nosotros queremos subir a conocer su casco histórico, y digo subir porque nos quedan unas cuantas cuestas y escaleras hasta llegar. Hay unos varios metros de ascenso para atravesar el casco histórico y llegar a su castillo,además de unos 400 peldaños.

 El ascenso al castillo pasando por su centro histórico recomendamos realizarlo a pie porque el camino está lleno de rincones con mucho encanto. Si vais con niños muy pequeños o queréis ahorraros algo de subida existen dos ascensores hasta la parte alta de la ciudad.

  Lo primero que nos encontramos es la Iglesia de la Universidad, donde vemos nuestro primer objeto de los cuentos, las luces del cuento de Rapunzel.

 Así llegamos hasta Marktplatz, la plaza más bonita y más importante de Marburg, llena de terrazas muy animadas a esta hora, y niños correteando por las esquinas.


 En esta plaza se ubica el Ayuntamiento, o como lo llaman los alemanes Rathaus, cuya fachada es preciosa y llena de detalles muy curiosos. En frente del Ayuntamiento, haciendo esquina en la plaza nos encontramos otro de los edificios más fotografiados de Marburg por la belleza de su fachada.


 Desde Marktplatz subimos por la calle más empinada encontrándonos por el camino algunos de los objetos de la ruta como el espejo de Blancanieves o la cesta de Caperucita Roja.



 Aquí la subida se va haciendo un poco más dura y empinada, además de que el día se está poniendo más caluroso. Pero ya queda poco, vamos subiendo por la calle Landgraf-Philippestrasse, y vemos el castillo sobre nuestras cabezas, ¡además del zapato gigante de Cenicienta!.


  Una vez que llegamos a la parte alta del castillo, toca descansar un poco disfrutando de las vistas que desde aquí se tienen de Marburg y de los exteriores del mismo, ya que el interior está cerrado al público. Luego toca bajar lo subido.



  Bajando del castillo y antes de tomar nuevamente la calle Landgraf-Philippestrasse, hay unas escaleras por la que podemos descender. Un tramo de estas escaleras está dedicada a los hermanos Grimm, donde hay escrito un texto que se le atribuye al hermano mayor, porque era el que se quejaba constantemente de las cuestas de Marburg, este texto dice algo así como que en la ciudad hay más escaleras que casas.

 Así llegamos hasta la iglesia St. Marien, con una plaza desde donde se tienen unas bonitas vistas de los tejados de las casas de Marburg. Y a mano derecha , detrás de un parque infantil, nos encontramos una casa muy especial, la casita de chocolate de Hansel y Gretel. No sacamos muy buena foto, pero ahí está.



 Seguimos bajando y llegamos hasta una calle comercial bastante animada llena de tiendas y cafeterías, Barfüberstrasse. Pues en el n. 35 se encuentra la casa donde vivió Jacob Grimm mientras estuvo en la ciudad. En la parte inferior hay una tienda, pero un cartel nos indica que esta es la casa del famoso escritor.

  Seguimos bajando sin poder quitar la vista de las preciosas fachadas que nos encontramos a nuestro paso, están llenas de detalles, y las tiendas totalmente decoradas son una pasada. Y aunque no lo hemos vuelto a mencionar, seguimos encontrándonos guiños a los cuentos como el príncipe encantado o el lobo y los 7 cabritillos.




 Ya volvemos a estar en la zona más baja de Marburg, y vamos a nuestro último punto de interés en esta ciudad, la iglesia Santa Elizabeth, una iglesia protestante construida en 1235.

  Nos dejan entrar de forma gratuita pero hay una zona con una gran cantidad de vidrieras que está cortada al paso y hay que pagar. Una de las cosas que nos llamó la atención fue el órgano de la iglesia, tenía un aspecto de lo más moderno que hacía un contraste un poco raro.


  Ya hemos terminado nuestro recorrido por la ciudad de Marburg pero no queremos irnos sin comer algo. El lugar elegido es Shaky-Shake, cuya especialidad son las hamburguesas que están riquísimas y a buen precio. El interior es muy coqueto, y además cuenta con terraza exterior.

 Y con esto damos por terminada nuestro recorrido por la Ruta de los Cuentos de Hadas de los Hermanos Grimm, donde por unos días hemos vuelto a nuestra infancia y nos hemos sentido como niños, y esperamos haberos contagiado las ganas de vivir este cuento.