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Cala Comte y Cala Mastella, Visita a dos de los Tesoros de Ibiza

Publicado
22/08/2021
 Hoy os vamos a hablar de dos calas ibicencas completamente diferentes entre sí, pero que cada una guarda un encanto especial. Dos calas en las que pasar horas disfrutando no sólo de las aguas cristalinas del Mediterráneo, sino también del entorno que las rodea.

  Hoy es el segundo día de nuestro viaje a Ibiza y lo vamos a dividir en tres partes; la mañana la vamos a dedicar a visitar una de las calas más turísticas de la isla, Cala Comte, la tarde la pasaremos en una cala de lo más tranquila y salvaje, Cala Mastella, y el anochecer lo vamos a disfrutar en San Antonio, donde veremos la famosa puesta de sol de Ibiza.

  Nos espera un día de lo más completito, y os vamos a contar todo lo necesario para disfrutar de estos tres lugares que nos proponemos conocer en el día de hoy.

Cala Comte
 Esta maravillosa cala se encuentra en el suroeste de la isla, muy cerquita de San Antonio, a apenas unos 15 min en coche, y por lo que hemos leído, son muchos viajeros los que la sitúan en el TOP 3 de las mejores calas de Ibiza. Por lo tanto, y con este currículum de presentación, no podemos resistirnos a verla con nuestros propios ojos.

  El ser una de las mejores calas de Ibiza también tiene sus problemas, y es que Cala Comte es una de las más visitadas de la isla, y en verano, si no llegas temprano, puede que hasta tengas problemas para extender tu toalla. Sabiendo todo esto, hoy nos hemos levantado bien tempranito para llegar a este paraíso ibicenco cuando aún no está repleto de turistas.

  Siguiendo las indicaciones del GPS, y cuando estamos cerca de la cala, hay un momento en que nos encontramos una valla que no nos permite el paso a los vehículos. Pues justo antes de esta valla, a mano izquierda, nos encontramos unos recovecos en la carretera que forman pequeñas explanadas donde podemos dejar nuestro vehículo. Esta zona en temporada alta se suele llenar en pocas horas, y si llegas más tarde de las 11h de la mañana, puede que te toque hacer una buena caminata hasta llegar a la cala.
 Desde la valla tendremos que andar unos 200 m hasta que vemos un mirador natural desde de donde se ve la cala desde arriba.
 Desde aquí es impresionante ver los distintos colores turquesa del agua y las pequeñitas calas que se forman de arena fina en el lado derecho, y zonas más rocosas en el lado izquierdo. La gente se va acomodando y buscando lugar en alguna de ellas.
 Justo frente a nosotros, sobre una gran roca que separa las dos calas principales, uno de los chiringuitos más famosos, no solo de Cala Comte, sino de toda Ibiza, ya que es un lugar muy demandado para cenar o tomarte algo con la caída del sol, y es que según dicen, desde aquí se ven uno de los mejores atardeceres de la isla. Os estamos hablando del llamado Sunset Ashram, situado en la parte alta y central de la cala.
  El chiringuito es precioso y las vistas que se tienen desde su terraza son para enmarcar, pero si quieres una versión más económica para ver el atardecer de Cala Comte, lo puedes hacer desde su playa.
  Nosotros llegamos a Cala Comte un poco antes de las 10:00 de la mañana (pleno julio), y la primera cala que se ve desde el mirador ya estaba con bastante gente. Atravesamos el chiringuito Sunset Ashram y montamos nuestro campo base en la siguiente cala, que aún está bastante solitaria.

  Disfrutar de Cala Comte es toda una experiencia. Sus aguas son tan cristalinas que da la sensación de que te encuentras en una piscina en vez de en el mar. Es impresionante ver completamente el fondo y los peces pasando a tu alrededor.
 Esta playa es poco profunda por lo que es ideal para las familias que viajan con niños pequeños. También tiene servicio de hamacas y sombrillas.
 El problema de Cala Comte y que ya os comentamos al comienzo, que llegando las 13:00h ya se pone imposible de gente. No hay apenas espacio entre unos y otros, y se hace difícil hasta caminar a la orilla sin pisar ninguna toalla de lo juntas que están. Así que nos comemos los bocatas que llevamos preparados y nos vamos pitando a otra cala que esté más tranquila.

  A pesar de las multitudes que se concentran en Cala Comte en verano os recomendamos no dejar de visitar este lugar porque es espectacular.

Cala Mastella
 Después de haber pasado cerca de tres horas disfrutando del paraíso de Cala Comte, nos ponemos en camino hacia el lado opuesto de la isla de Ibiza, camino a Cala Mastella, situada a 11 km de distancia de Santa Eulalia del Río, a 23 km de Eivissa, y a 44 km Cala Comte donde nos encontramos nosotros.

  Ponemos en el GPS Cala Mastella, y en unos 50 min ya estamos en una explanada donde dejamos el coche sin problemas a pocos pasos de la cala. Esto nos hace ya pensar de que Cala Mastella no es tan turística como la anterior, incluso podríamos decir que la encontramos de lo más tranquila a esta hora de la tarde.

  Lo primero que nos encontramos antes de acceder a la cala es un chiringuito/kiosko de madera que a esta hora está de lo más animado ya que aún hay mucha gente almorzando.
 Y por fin tenemos ante nuestros ojos Cala Mastella, una cala pequeñita, de solo unos 60 m de longitud, en un paraje natural y protegida por un cañaveral, y con aguas de color verde esmeralda.
 Esta cala es de arena en el exterior y arena con alguna roca en el interior. Lo que nos impresiona al llegar es ver que toda esa arena del exterior se encuentra cubierta por un manto de algas secas, lo cual a nuestra hija no le hizo mucha gracia.

  La temperatura del agua es ideal, y mientras te bañas estás disfrutando del maravilloso entorno que es espectacular. A mano izquierda de Cala Mastella hay una montaña que se puede bordear por un estrecho camino que nos va a llevar a un rincón marinero de lo más auténtico. Un lugar ideal para hacer mil fotos.
 Aquí veremos las típicas casetas de los pescadores y los embarcaderos. Un lugar de lo más idílico.
 También es aquí donde se encuentra uno de los más famosos chiringuitos de Ibiza, El Bigotes, donde probar un bullit de peix, un plato hecho a base de pescado fresco que se pesca en el día. Este chiringuito es tan popular, que en temporada alta hay que reservar con meses de antelación. Nosotros intentamos reservar para julio, un par de semanas antes de nuestro viaje, y nos dijeron que estaba todo completo hasta septiembre.
 Después de un bañito y realizar alguna que otra foto en este rincón tan bonito de Cala Mastella, pasamos por el hotel para una ducha rápida, y nos dirigimos hasta San Antonio. Ya es hora de ver lo que según dicen es uno de los mejores atardeceres del mundo.

Atardecer en San Antonio
 Según leímos, un lugar muy popular para ver el atardecer en San Antonio es en el Café del Mar, un bar que se encuentra en la playa de San Antonio, donde se dan cita muchos turistas para disfrutar del momento del atardecer amenizado con música chill out. En este lugar tienes la opción de tomarte una copa, para lo cual no necesitas reserva, o cenar en primera línea de playa.
 Nosotros intentamos realizar una reserva para la cena pero nos exigían una consumición mínima de 50€ por persona, lo cual nos pareció bastante caro, y nos decidimos por la versión más barata de todas, ver el atardecer desde los bancos que hay a lo largo del paseo marítimo.

  Cuando va cayendo en sol, esta zona de San Antonio se va llenando de barcos en el mar, y de personas a lo largo del paseo marítimo esperando que el sol se esconda. Cuando por fin desaparece, se escucha un gran aplauso. Un momento bastante especial que hay que vivir en Ibiza

  Hasta aquí el día de hoy en Ibiza donde hemos conocido dos calas bastante diferentes entre sí, pero que cada una guarda un encanto especial. ¿Y tú?, ¿con cuál te quedas?.




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