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Ruta Fuente de los Cien Caños en Villanueva del Trabuco

Publicado
9/01/2021
 Desde el pueblo malagueño de Villanueva del Trabuco vamos a realizar una bonita ruta en la que, siguiendo el curso del río Guadalhorce, llegaremos hasta el monumento natural Fuente de los Cien Caños, muy popular en la zona.

  Se trata de una ruta sencilla, de unos 14 kilómetros sin apenas desnivel, donde continuamente vamos a ir acompañados por el fluir del agua y de la vegetación que se da en este rincón de Andalucía. Es ideal para realizar en familia, donde los peques de la casa van a disfrutar de la naturaleza y el aire libre.

Cómo llegar
 La ruta de la Fuente de los Cien Caños la vamos a comenzar desde la población malagueña de Villanueva del Trabuco, situada a unos 45 kilómetros de la capital. Una vez que llegamos al pueblo tenemos dos lugares donde os recomendamos dejar el vehículo;

  *En la Venta Talillas, que se encuentra a la entrada de Villanueva del Trabuco y a unos 200 m del comienzo de la ruta. Aquí hay una amplia zona para aparcar y puede ser un buen lugar para acabar la ruta y reponer fuerzas.

 *En el centro del pueblo entorno a la plaza principal donde se encuentra el ayuntamiento. Cerca de aquí veremos un puente verde sobre el río Guadalhorce, y a pocos pasos el cartel que da comienzo a la ruta. El aparcar en esta zona hace que el camino sea un poco más largo ya que también nos va a llevar a recorrer algunas calles de Villanueva del Trabuco. Esta opción es la que nosotros elegimos.

Ruta hacia la Fuente de los Cien Caños
 Llegamos a Villanueva del Trabuco sobre las 10:30 de la mañana y aparcamos el coche en la calle que va desde el ayuntamiento hacia el puente que cruza el río Gudalhorce. Al cruzar este puente, a mano derecha vemos un panel informativo con las rutas disponibles.

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 Desde el panel informativo se ve un mural pintado sobre la fachada de una casa que nos llama mucho la atención. Me encanta este tipo de arte urbano, es una maravilla.

  Ahora sí, comenzamos nuestra ruta hacia la Fuente de los Cien Caños siguiendo la calle que nos lleva paralelo al río, teniendo éste a nuestra izquierda. Llega un momento en que río desaparece, pero veremos indicaciones que nos indican que tenemos que continuar recto, sin desviarnos de nuestra dirección

 Después de aproximadamente 1km andando por las calles del pueblo, llegamos a un indicador que nos advierte que tenemos que dejar el asfalto y girar a mano izquierda para tomar la Gran Senda del Guadalhorce, que en 6.3 kilómetros nos va a llevar hasta la Fuente de los Cien Caños bordeando siempre el lecho del río.

 Este camino nos adentra en una zona llena de olivos que a esta hora de la mañana aún tienen un poco de escarcha en las hojas.

  Este camino no es muy recomendable si ha llovido los días anteriores de realizar la ruta porque se forma mucho barro y charcos. 

  A nuestra izquierda siempre vamos acompañados por el sinuoso río Guadalhorce y por los diferentes colores de las hojas caídas en el suelo.

  Para no perdernos vamos siguiendo siempre la dirección de las estacas de madera marcadas con las líneas blanca y roja que nos van guiando por la Gran Senda del Guadalhorce.

  Algunas veces el río hace algunos pequeños saltos de agua creando bonitos rincones.

 Y así llegamos hasta donde se encuentra el gran sauce llorón, que como ya quedan pocos días para la llegada del invierno, ha perdido casi la totalidad de sus hojas, pero las que aún quedan, son de amarillo intenso.

 Llega un momento en que volvemos a salir a la carretera pero tan solo durante unos 100 metros. Bajamos por una cuesta donde pasaremos un puente, y justo antes del segundo puente vemos el sendero que tenemos que seguir, paralelo al río. Y es que aquí las líneas rojas y blanca son más difíciles de encontrar, pero para eso os dejamos la foto.


 Durante el camino encontraremos algunas bifurcaciones donde tendremos que fijarnos bien donde se encuentran las señales para continuar por la senda.

 Llegamos hasta la Fuente de las Monjas, llamada así porque las tierras donde se encuentra ubicada, en el pasado eran propiedad de una congregación religiosa.

 Por el camino vemos diferentes tonos en el paisaje, desde el verde, al amarillo y los tonos ocres.

 Al poco tiempo nos topamos con el Quejigo, una especie de árbol, autóctona del Bosque Mediterráneo al que los colores del otoño le sienta de maravilla.

 La ruta nos va a llevar por bonitos y extensos valles. Hay un momento en que nos topamos ya de frente con el río. Aquí hay quien se atreve a cruzar por los troncos de que hay sobre él, pero una familia que nos encontramos por el camino nos avisa que son bastante resbaladizos.

 Como nosotros no nos atrevemos porque apreciamos mucho nuestra vida, seguimos el camino que sube a nuestra derecha y que se adentra en un bosque que parece sacado de una película de misterio. Además, como el día está nublado y feo, parece que contribuye a darle más ambiente.

 El camino se abre en una gran explanada con aparcamientos donde hay una amplia zona de recreo con mesas y bancos de madera para descansar y comer algo. Ya hemos llegado a la famosa Fuente de los Cien Caños, y si en el camino no había mucha gente, los alrededores de la fuente están de lo más animados.

 La fuente es impresionante, con todos sus caños emanando agua, y como curiosidad deciros que en un cartel pone que no tiene cien caños, sino 101.


 Esta fuente canaliza el agua que mana de la sierra de San Jorge y es un lugar de encuentro de los vecinos de Villanueva del Trabuco.

  Dejamos atrás la Fuente de los Cien Caños y seguimos el camino de subida que nos lleva al Sendero Sierra de San Jorge, que discurre por las faldas de la montaña. Desde aquí vamos a tener unas bonitas vistas de los alrededores.

  Hay un momento en el que el camino se bifurca pero los dos nos van a llevar hasta Villanueva del Trabuco. Como tenemos dudas, le preguntamos a un hombre que aquí se encuentra con su mascota y nos explica que, el camino de la izquierda es un poco más largo y nos va a llevar a recorrer un tramo de la Gran Senda de Málaga, el de la derecha, es más directo hacia el pueblo. Nosotros escogimos el de la derecha, el más corto.

 En esta parte del camino bajaremos continuamente unos 6 o 7 km, pasando por alguna barriada como el Chorrillero, hasta que volvemos a llegar hasta Villanueva del Trabuco.

 Ya acabamos esta ruta que nos ha llevado unas tres horas y media haciéndola con tranquilidad, parando a almorzar, y con nuestra hija de 10 años. A continuación os dejamos el track para que tengáis todos los detalles del recorrido y que la disfrutéis al máximo.




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