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Ruta por el Río Borosa

Publicado
9/09/2020
 El Parque Natural de Cazorla Segura y las Villas en Jaén, es el paraíso para los amantes del senderismo. Aquí vamos a encontrar rutas para todos los gustos y condición física, para realizar en familia o en pareja, pero una de las rutas más famosas y visitadas del parque, es la que discurre paralela al río Borosa.

  La Ruta del Río Borosa al completo son unos 22 km aproximadamente ida y vuelta, que van desde el parking donde dejamos el vehículo, hasta la llamada Laguna de Aguas Negras. Pero eso no significa que tengamos que hacer la ruta entera, está dividida en varios tramos y nos podemos volver en el momento que más nos apetezca.

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  Nosotros por ejemplo, al ir con nuestra niña de 9 años hicimos unos 8 km de ida y otros 8 km de vuelta, llegando hasta una cascada escondida a unos 400 m pasado la central eléctrica.

  Si vais con niños más pequeños podéis llegar hasta Cerrada de Elías, lugar donde se encuentran las famosas pasarelas de madera que van sobre el río Borosa, uno de los lugares más fotogénicos de la ruta, a unos 4 km del inicio.

Cómo Llegar
 La carretera A-319 de la Sierra de Cazorla nos va a llevar hasta la llamada Torre del Vinagre, el centro de interpretación de la naturaleza. A partir de aquí veremos indicaciones hacia el sendero del río Borosa, llegando hasta una amplia zona de aparcamiento gratuito donde dejar nuestro vehículo. Junto al aparcamiento se encuentra la piscifactoría, lugar que da comienzo a la ruta.

 Junto al aparcamiento nos encontramos paneles informativos de la ruta y un Kiosko/bar con menú del día por si queremos hacer una parada antes o después de la caminata.

Nuestra Ruta por el Río Borosa
 Después de dejar nuestro vehículo en la zona habilitada, comenzamos una de las rutas que más ganas tenemos de hacer aquí en el Parque Natural de Cazorla, una ruta de la que todos los viajeros que visitan esta zona se quedan enamorados, seguir el curso del río Borosa.

  En cuanto comienza el camino, por el lado izquierdo del cauce, el río hace unas pozas a mano derecha que a esta hora se ven de lo más tranquilas, pero que luego a la vuelta, estarán llenas de familias pasando la tarde y dándose un baño, a pesar de que supuestamente está prohibido.

 El primer tramo que nos hemos propuesto es llegar hasta Cerrada de Elías, como os comentamos anteriormente, una de las zonas con más encanto de la ruta, y para ello nos esperan 4 km caminando siempre paralelos al curso del río.

  Este primer tramo que discurre por una pista forestal no aporta dificultad alguna, se van intercalando zonas de sol con las de sombra, lo que hace que para ser aún verano, la temperatura sea llevadera.

 El agua del río es totalmente cristalina, tiene un color turquesa impresionante. A lo largo del recorrido nos encontramos algunos puentes de madera para cruzar al otro lado del río donde hacer una parada para descansar un poco o simplemente para remojarse los pies.

 Cuando llevamos 3 km de ruta llegamos hasta el llamado puente  "Los Caracolillos", el cual nos va a indicar que tan solo nos queda 1km hasta las famosas pasarelas. Pero no es el único puente, y es que tendremos que cruzar el río Borosa en más de una ocasión.

  Llagamos hasta una bifurcación donde una indicación nos muestra el camino hacia Cerrada de Elías, donde el río Borosa ha formado en la roca un estrecho e impresionante cañón, que vamos a poder atravesar mediante unas pasarelas de maderas que se encuentran suspendidas en el aire. Pero para llegar hasta allí tendremos que seguir el camino marcado, esta vez más estrecho y pedregoso donde abunda la vegetación.


 La imagen de las pasarelas es espectacular. El estrecho cañón y el color del agua...aunque supongo que en invierno, cuando el Borosa va con más cauce, la imagen será aún más impresionante.

 Aquí en Cerrada de Elías podemos encontrarnos con varias especies de plantas como el Culantrillo de Pozo, el Cabello de Venus o el Atrapamoscas, una planta carnívora que se alimenta de insectos.

En nuestra visita, y debido a la pandemia por el COVID- 19, el recorrido por las pasarelas es en un solo sentido, teniendo que hacer la vuelta por un carril forestal que bordea la montaña.

  Una vez que acabamos las pasarelas, vimos como muchas familias con niños pequeños se daban la vuelta y daban por finalizada su ruta por el río Borosa. Nosotros nos animamos a seguir un poco más, nuestro próximo objetivo será la central hidroeléctrica a unos 3 km más de camino, y desde allí subir un poco, unos 400 m, para llegar a una cascada escondida.

  Ahora el camino transcurre por un carril de tierra en continuo ascenso. Las vistas de las montañas que tenemos durante todo el trayecto son bonitas, pero no impresionan tanto como las que teníamos cuando íbamos junto al río. El calor y la subida se van notando, pero conseguimos llegar a la central hidroeléctrica.


 Junto a la central hay una fuente con un cartel que nos indica fin de sendero, pues por ahí continuamos nuestro camino.

Desde la central hidroeléctrica hasta la famosa Cascada de los Órganos quedan otros tres intensos km, pero nosotros nos vamos a conformar con una cascada más cercana, a unos 400 metros de la central. Desde aquí el camino se hace aún más duro, más irregular y pedregoso, además de que el calor ya nos está afectando.

 Continuando por el camino y entre las rocas ya apreciamos una primera cascada, pero para la nuestra aun quedan algunos metros más.

 A unos 400 metros de la central hidroeléctrica encontramos un pequeñísimo sendero a mano derecha que puede pasar desapercibido.

  Bajamos con mucha precaución ya que el terreno resbala bastante, además de ser muy empinado.

 Así llegamos hasta este espectacular rincón de la naturaleza, y lo mejor, que estamos completamente solos. Con esta imagen se nos ha pasado de un plumazo el cansancio y agotamiento de la subida.


 Para dar por terminada la ruta, nos queda llegar hasta la Cascada de los Órganos, pero lo dejaremos para otra época en la que haga menos calor y cuando mi hija sea un poco más grande. Llegando hasta aquí ya nos damos por satisfechos, hemos visto rincones espectaculares que nos ha regalado la naturaleza.
  ¿Y vosotros?, ¿os animáis?



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