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Terraza de las Dolomitas, Vall Gardena y Ortisei

Publicado
13/03/2024
 Amanecemos en nuestro alojamiento en Dolomitas X Alp Hotel, y tras un buen desayuno, vamos a iniciar nuestro recorrido de hoy. Lo primero que vamos a visitar es la llamada Terraza de las Dolomitas, en el Valle di Fassa, a algo más de 20 kilómetros de distancia desde nuestro alojamiento, desde donde vamos a tener unas vistas en 360° de los Alpes italianos, suizos y austriacos.

 Para llegar a la famosa Terraza de las Dolomitas tenemos que dirigirnos al Passo Pordoi, donde dejaremos el coche para tomar un teleférico que nos subirá a una altitud de cerca de los 3.000 metros para admirar unas vistas de postal.

 Ponemos rumbo a la Terraza de las Dolomitas sobre las 8,15h de la mañana. La idea es llegar a la hora de la apertura del teleférico (9:00h), ya que según hemos leído, a lo largo de la mañana las nubes van bajando y pueden entorpecer las vistas.

 Aunque las carreteras en Dolomitas son estrechas y de montaña, conducir por esta zona italiana es un placer, las vistas y el entorno es una maravilla. Lo que hay que tener son los ojos bien abiertos porque hay muchos grupos de ciclistas, y hay que ir con cuidado.
 Un poco antes de las 9:00h llegamos a Passo Pordoi donde dejamos el coche en un lateral de la carretera donde hay otros coches y donde se puede aparcar de forma gratuita. También hay un gran aparcamiento de pago donde en la siguiente foto podéis ver las diferentes tarifas.
Precio Parking
Horario Tarifa
07:00-21:00 1,5€/h
Mínimo 1´5€ máximo 7€
De 21:00 a 07:00 cuesta 15€

 Justo frente al aparcamiento se encuentra el teleférico del Passo Pordoi, que nos va a llevar en pocos minutos desde los 2.240 m hasta los 2.950 m. También está la opción de hacer alguno de los trayectos caminando y combinarlo con el teleférico, pero nosotros no lo contemplamos, no estamos tan en forma como para ni siquiera intentarlo.😂

Precio Teleférico
Ida/Vuelta Solo Ida
Adulto 27€ 15€
Niños 16€ 9€
Horario de 09:00-17:00

 Este teleférico fue construido en 1962. Con los años ha sufrido varias remodelaciones, y hoy en día cada cabina tiene una capacidad de 55 personas. Se encuentra operativo de mayo a noviembre y de diciembre a abril.
 Llegamos a la cima donde hay una especie de bar/restaurante llamado el Refugio de María, y hasta tienda de souvenir, y saliendo al exterior, las impresionantes vistas de los Alpes, y donde a pesar de ser septiembre, hace bastante frío, ya que estamos a 3.000 m de altitud.
 Aquí no hay recorrido marcado, puedes moverte a tu aire por la zona y disfrutar de las vistas de cada rincón siempre con precaución, haciendo un círculo, y teniendo una imagen de 360°.
 Aquí arriba en la cima también se encuentra un museo dedicado a la Primera Guerra Mundial con más de 3.000 reliquias expuestas, con reconstrucción de cuarteles y trincheras. Pero nosotros nos saltamos la visita.

 Cuando llevamos aproximadamente 1h paseando y disfrutando de la Terraza de las Dolomitas, ya empiezan a aparecer las nubes y a taparnos parte de las vistas. Una de las cosas que más ganas teníamos de ver desde aquí es la Marmolada, la montaña más alta de las Dolomitas, pero no tenemos mucha suerte ya que casi todo el tiempo se encuentra tapada por las nubes.
 Con muchas fotos en nuestra galería volvemos al teleférico, esta vez para descender hasta el aparcamiento y poner rumbo al siguiente punto del día, el pueblo de Ortisei, donde almorzaremos y pasaremos la tarde.

 La carretera es una maravilla, no podemos dejar de mirar por la ventanilla los extensos valles rodeados de las imponentes montañas. Así llegamos hasta el Passo del Sella, a 2.244 metros de altitud, donde merece la pena parar el coche en algún lugar que vemos libre para disfrutar un instante de las vistas.
 Un poco más adelante ya entramos de lleno en el Valle de Gardena, donde una gran señal nos lo indica. Aquí no se puede ir con prisas, merece la pena disfrutar también el camino.
 Y por fin llegamos a Ortisei, un pueblo de las Dolomitas bastante turístico, lleno de restaurantes, hoteles y tiendas, pero sin perder el encanto de pueblo alpino. En invierno Ortisei es bastante popular entre los viajeros que practican deportes de invierno, y en verano es el punto de partida de muchas rutas y actividades.

 Lo primero que hacemos es buscar un lugar para almorzar porque ya es bastante tarde. Elegimos el restaurante-pizzería Cascade, un poco a las afueras y desde cuya terraza se ve una bonita panorámica del pueblo. A pocos metros hay un aparcamiento (1,50€/h)
 Después del almuerzo nos adentramos ya en el bonito pueblo de Ortisei, donde tranquilamente paseamos por sus calles de coloridos edificios, donde encontramos coquetos hoteles, que parecen sacados de un cuento.
 Ortisei es pequeñito y se recorre bien a pie. Lo mejor es perderse por sus calles, entrar en sus tiendas y comerse un rico helado en alguna de sus plazas.

 Volvemos al aparcamiento cercano al restaurante donde hemos almorzado para coger nuevamente nuestro coche para poner rumbo a nuestro alojamiento nuevamente, para descansar y pegarnos una ducha. El día lo hemos aprovechado bastante, ahora toca reponernos para mañana continuar descubriendo las Dolomitas.